El viaje de los sueños
Australia:”Todo por la izquierda”
Crónicas de viaje, capítulo V.
Aquí el
ochenta por ciento de las personas viven cerca de la costa.
Es lógico,
Australia no fue hecho para que lo habitara el hombre…solo el aborigen ha
logrado sobrevivir por siglos en esta tierra…
Esta es una
tierra donde todo está hecho para matarte, las peores alimañas del mundo están
aquí, los depredadores mas grandes están aquí…Hasta la tierra se confabula en
contra del hombre…cuando te da agua, te da tanta que te ahoga…cuando necesitas
sombra, te da fuego…hasta las piedras se erosionan en puntas afiladas para
dañar…hay lugares hermosos, pero la mayoría inaccesibles.
Si te alejas
de las grandes ciudades, debes tener cuidado con lo que bebes, donde pisas,
donde caminas, donde descansas, lo que tocas…porque siempre está esperando algo
para dañarte.
En el camino
he aprendido que lo que necesites, siempre va a faltar…cuando vas con frio, el
calor se ausenta…cuando tienes calor y buscas la sombra de un árbol para reposar,
este árbol no existe…cuando yaces en un sopor húmedo y necesitas la brisa para
enfriarte, esa brisa no estará. Si tratas de combatir eso, viajando de noche,
los peligros de los animales sueltos, te hará desistir.
Me ha pasado
de necesitar gasolina y no tenerla…esta tierra te desgasta, está hecha para
desgastarte, es una tierra inhóspita.
Yo en ese
sentido, no tengo problemas, soy una persona que cuando más exigente es el
terreno, mi cuerpo y mi cerebro funcionan mejor.
Siempre digo
que lo que no te mata, te hace más fuerte…pero esta no es una tierra de
débiles…
Creo, que
cuando comprendes como funciona esto, es cuando estás preparado para ganarle.
No es más dura que cualquier desierto de América, solo que no te da tregua,
cada día es un nuevo desafío…pero lo que Australia no sabe, es que me encantan los desafíos.
Lo esencial
de todo esto es conocer tus limitaciones y sentir a la maquina que te lleva…es
un trabajo de equipo…ella nunca va a decir nada, pero tú tienes que saber
cuando está cansada, cuando necesita parar, cuando está caliente, cuando le
puedes pedir un esfuerzo más…logras hablar con ella como si fuera un animal.
Con la
Kimco, hemos logrado adaptarnos de maravillas. Ya desde que subí en ella el
primer día, le quedo en claro adónde íbamos y a ningunos de los dos nos quedo
dudas de que allí llegaríamos.
Yo ya he
hecho desafíos similares y la Kimco, por algo se vende en Australia…los chinos
no son tarados, no van a vender algo que no funcione en este territorio.
Como me dijo
un Aborigen Ayer en la noche, mientras maniobraba un Ipod:
-
…Tecnologii…
Aborigen? Le pregunto
-
Aborigen
yess, no estupid…
-
Jajajajajajaja!!!
Veri gud!!!! veri gud!!!
Hablando de
tecnologías, en este viaje he mejorado bastante.
El hecho de
contar con una laptop, me ha beneficiado enormemente, aunque a veces se siente
como una carga, tienes que reponer su bacteria, así como las de las cámaras y
el teléfono.
Tienes un
montón de ventajas, pero te haces esclavos de ellas, siempre estas buscando un
lugar con electricidad, que te dé el soporte para los días que siguen.
La maravilla
es la cocinita que me dio Celso…no consume casi nada, lleva una garrafita del
tipo de las pinturas en spray, que es muy económica de recargar y las venden en
todos lados.
Hierves agua
en cinco minutos, esto te sirve para tu café o té… o esas sopas de dos minutos,
que son muy nutritivas.
Puedes
comprar aceite en spray, y puedes hacerte huevos, panceta y hasta panchos
fritos (aquí son como una salchichita).
A veces
cuando viajas solo, te cuesta más dinero hacer una comida, que comprar algo
hecho…en Australia, creo que hasta para dos personas te sale más económico
comprar comida.
Lo más
barato que he encontrado fue un guisado de Canguro por cinco dólares.
En la parte
del sur, el pescado con papas fritas oscila entre los seis y once dólares.
Una
parmeggiana, que sería una especie de milanesa napolitana, con queso y salsa de
tomate por encima la consigues no menos de quince dólares.
Lo bueno de
todos los platos, es que son bien servidos, en algunos lugares, comen dos por
la opulencia del plato.
Una pizza,
cuesta alrededor de los veinte dólares, es mucha para uno y poca para dos.
La coca cola
de 600 ml cuesta cuatro ochenta y cinco dólares, la de litro y medio cuesta
cinco cincuenta, y en algunos lugares hasta por cuatro dólares…esa relación de
la bebida no tiene reglas…es como con el combustible, según la zona, es el
precio.
El litro de
agua embotellada la puedes conseguir desde siete cincuenta hasta diez
cincuenta…el agua es cara…muy cara.
En materia
de bebidas, la scweppes, con sabor a lima o limón la consigues por tres dólares
y poco…es más energética y el agua es mineralizada…
Esto es el
rango de lo más barato que puedes encontrar por aquí, sobrevives bien, sin
problemas…pero te sales de estos rangos y precisas un tráiler de moto, para
llevar la plata.
En otra
entrega veremos costos de alojamiento,
eso es otro capítulo.
Bueno en
resumen, luego de haber Dormido a treinta y tres kilómetros de Broome (una
ciudad sin pena ni gloria) en un Roadhouse, me puse en marcha para llegar a
Derby…el día transcurrió caluroso y circulaba en una vegetación densa, con
pastos de dos metros y hormigueros de mas altura…fue una constante las termitas
parecían ganado desperdigados por la sabana…los había de todo tipo y forma.
También aparecieron
unos árboles con forma de botella…el árbol típico de África y Madagascar: el
baobab…Aquí les llama boabs…es una costumbre australiana acortar las palabras.
Se dice que
antes eran tantas las moscas que trataban de hablar abriendo lo menos posible
la boca…por lo cual se acostumbraron a acortar las palabras, de manera que
estas no se metieran dentro.
La especie
menor del baobab es la que se encuentra aquí, alcanza a los diez metros de
altura.
Aparte de
los cocodrilos, la región de Kimberley no tiene muchos atractivos visuales…uno
transcurre kilómetros entre nidos de termitas, otro tanto en una especie de
sabana, con muchísimos baobabs y la combinación de estos sectores, en parte
similar a la selva ecuatoriana y colombiana…con montañas y ríos, que en las
épocas de lluvia inundan todo y en época de sequia desaparecen por completo.
Es bastante
aburrido el panorama…uno entra a los poblados en busca de algo más, que no encuentra a lo largo de muchos
kilómetros.
Así fuimos
pasando lugares como Fitzroy Crossing, Halls Creek, Warmun, Doon Doon,
Kununurra, hasta llegar al territorio del norte.
Allí el
panorama no cambio, pero las montañas le daban al camino la cuota necesaria de
curvas, como para hacer del trayecto algo interesante…seguía entre la sabana,
con hormigueros y grandes vegetaciones. Ahora con muchos incendios y partes
quemadas.
Además por
ser territorio de cocodrilos paraba en cualquier arroyo en busca de ellos.
La
prohibición de bañarse o nadar en estos lugares seguía en vigencia y más
reiteradas veces.
Fueron
varios días de duro trajinar en la motocicleta, no llegaba a estar caluroso
como más al sur, pero las temperaturas eran altas.
A no ser en
la mañana o en la tarde, donde puedo mantener la moto en una velocidad
constante, el resto del día pasa en descansos para que se enfríe y tramos
cortos. Lo bueno de esta etapa es que entramos en todos los pueblos en busca de
sombra y algo fresco. Lo malo es el ganado suelto en la carretera, fueron tres
días en el cual manejamos un tramo en la noche…varios encuentros con el ganado,
algunos peligrosos. No tuve más remedio, pues en esta zona oscurece a las
17:30, por lo cual si quería avanzar tenía que hacer un tramo nocturno.
Constantemente me detenía en busca de cocodrilos, cada vez que había un río me detenía...
Constantemente me detenía en busca de cocodrilos, cada vez que había un río me detenía...
Por lo cual
nos conocimos cada pueblo desde Derby hasta Katherine…Nuestra búsqueda tiene
sus frutos en Victoria River, donde encuentro mi primer cocodrilo…pequeño pero
cocodrilo al fin…
La mejor
jornada fue de Kununurra a Katherine donde metimos casi 500 kilómetros y
pico…con muchas paradas…me cruce con ocho canguros y perdí bastante tiempo en
lograr una buena foto, que al final, fue casi imposible. Estos animales me
temen de verdad, cuando me ven, salen disparados, con saltos enormes y muy
veloces.
No había
tenido tiempo de programar mí llegada a Darwin, por lo cual en la noche me
conecte a ver si conseguía que un amigo me recibiera: David. No sabía donde
vivía, ni si contaba con el…al día siguiente tenía que encarar trescientos
kilómetros hasta Darwin y no me quedaba mucho margen de maniobra.
Llegar hasta
David, era toda una prueba…él era australiano y no hablaba español, por lo
cual la comunicación iba a ser toda una incógnita.
Me dormí esa
noche con la incertidumbre de si podría hacer el contacto adecuado.
La noche fue
fresca por lo cual me desperté tarde en la mañana.
Cuando uno
se duerme, generalmente quiere hacer todo en breves momentos, y muchas veces no
se puede…tenía que levantar el campamento, conectarme a ver si había respuestas
de David…y todo con el sol un poco alto, que va calentando todo a su paso.
Hasta uno se
va calentando hasta el sudor…a mi me pone de mal humor hacer las cosas sudando…
Pero el día
cambio cuando veo el mail de David y la dirección a la cual debo llegar…busco
en el google maps y me hago un plano en la cabeza…Humm allí tendría que llegar.
Parto como a
las nueve y treinta con el sol a pleno, ya desde entrada, sin poder avanzar
mucho, comenzaron las paradas…lo típico de esta zona, ni una puta sombra en
carretera…en la mañana la sombra daba en el lado derecho, pero del lado que
íbamos, nada.
Vuelta a
hacer lo del día anterior, caminar un poco, meterme debajo de cualquier sombra
y entrar en los pequeños poblados a refrescarme…
Llegar la
casa de mi amigo fue todo un parto, la calle lateral era de tierra y no la
registraba nadie…por lo que estuve como una hora perdido por la zona…me conocí
todo el barrio y un poco más, hasta Palmerston me recorrí.
Llego hasta
la casa cercano el anochecer…fue fantástica la comunicación por medio del
traductor de google…creo que esa noche ambos dejamos en claro nuestras ideas y
proyectos.
David apostaba todas sus cervezas a que no era posible viajar en Australia y menos
llegar a Darwin en la cilindrada que elegí…
Hoy hay una
heladera llena de cervezas, dándome la razón.
Es desde
esta casa que les escribo estas crónicas, ahora les voy a contar
“mi encuentro con los cocodrilos”…
“mi encuentro con los cocodrilos”…
“La cuestión
es así, siempre que paro, acostumbro a cambiarle el agua a las aceitunas…trato
de que buscar un lugar apartado para hacerlo.
Esa tarde
había parado en un vado, con un poco de agua oscura… me tiro por el barranco de
manera de quedar cubierto de ojos extraños…no sea cosa que cuando vean lo que
voy a sacar se me tiren encima!
Últimamente
cuando voy a orinar no me saco los guantes, es por precaución, un mes y medio
en esta tierra y no sabe qué puede hacer la grandiosa cuando le abra la jaula,
capas que me pica y muero envenenado con mi propio veneno.
No sabía lo
que iba a saltar de allí, cada vez que le corría el cierre.
Estaba en la
operación de bajar el cierre, por encima mío pasaban los coches raudamente
sobre la carretera…mientras observaba que nadie curioseara…
De pronto a
mis espaldas siento un ruido muy fuerte como si estuvieran arrastrando varias
bolsas por el lecho seco del rio.
Me doy
vuelta sorprendido, y me veo a tres cocodrilos lanzados en carrera hacia mí,
dos eran y uno más pequeño…pero venían alto del piso…
-
Puta,
después de tanto andar venir a morir aquí!!
En un
segundo se me pasaron mil imágenes, por un instante mi cuerpo se petrifico.
Al fin
reaccionando, me pongo en posición de Chaki Chan, adelantando un pie y
retrasando el otro…
Si tenía que
morir allí, iba a dar batalla…no se la iban a llevar de arriba.
Los
cocodrilos por un instante dudaron al verme parado tan decidido, pero siguieron
con su ataque…
A lo Richie
Martin con una finta (un pasito pa delante María… un pasito pa tras) me saco a
los dos primeros de encima que siguen de largo, con la velocidad que
traían…trataron de frenarse, pero los cantos rodados no los dejaron afirmarse…
Quede frente
a frente al más chico, sin dudarlo de un
salto felino, pase por encima de él, arriesgando dejar los huevos en el
tarascón que me tira…y ya me le tiro con mis dos manitos enguantadas directo a
la cola…la atrapo como si fuera a estrangularla, apretando fuertemente…
Atrapar su
cola y revolearlo tipo helicóptero fue una sola acción, ya se me venía uno de
los grandes, por lo cual utilizo al cocodrilo como mazo, con la velocidad que
traía por el giro, fue como que le pegara con una bolsa de portland en la
cabeza…acuso el golpe quedando medio mareado, tan así que cerró sus fauces a
una raíz de sarandí que bajaba por la barranca, sus dientes perforaron la raíz
y ya no pudo sacarlos más…quedo sacudiendo su cabeza tratando de liberarse…
Yo seguía
revoleando al cocodrilo chico, y ya se venía la dentellada del otro, por lo
cual le meto el cocodrilo en su boca…entre el impulso que traía mas la
dentellada del grande, el chiquito se sintió lastimado, lanzando un grito, como
perro atropellado…
Ahí nomas,
ya se trenzaron en lucha , desentendiéndose de mi…me doy vuelta para escapar…
Pero decidí
terminar con lo que iba a hacer, fiel a mis principios…los cocodrilos estaban a
mi costado, por lo cual me quedaba solamente orinar en el charco de agua.
Hecho esto,
como un gato, trepo por la barranca en cuatro patas…rápidamente me monto en la
Dinga y salgo raudamente del lugar, no sea cosa que hubiera cámaras en el
bosque y hubieran quedado gravadas mis imágenes, (estos ponen cámaras en todos
los lugares).
Lo de los
cocodrilos no me preocupaba mucho, podía aducir que fue en defensa propia…pero
estos gringos nunca me perdonarían que les hubiera meado el agua!”
Hasta la
próxima entrega!
Ernesto
Urrestarasu.
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