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7 de julio de 2013

Capitulo IX, Australia.

El viaje de los sueños
Australia:”Todo por la izquierda”
Crónicas de viaje, capítulo IX
La mañana en María Vale se presentaba con expectativas, mientras desayunaba fuera de la habitación contemplaba a los canguros pastar en el patio de enfrente…también observaba a Dinga y pensaba en las soluciones a su rotura…
Achicar la cadena no podía, por lo cual esperaría la llamada de Daniel a ver si podía comunicarse con el distribuidor para que enviara otra cadena. De lo contrario tendría que resolverlo haciendo alguna reparación…
Mientras afuera comenzaba una lluvia finita…tenía tiempo hasta las diez para salir del lugar…esperaba que parase el agua…otro día no podía darme el lujo de alquilarla.
Junte todas las cosas y entregue la habitación…arrastre la Dinga hasta la calle…
Llame a Daniel y no respondió, por lo cual me puse a reparar la cadena…
Saco las pocas herramientas que tengo y saco los pedazos de eslabón que había reparado el día anterior…después de darle vueltas en la mano, se me ocurrió que con dos ejes podía hacer algo similar que la unión de cadenas…precisaba dos ejes con su chapita, y otra más para hacer la unión…
Por lo cual, bajo la lluvia empiezo a trabajar…puse el saca bujías en la calle, parado, el eslabón roto sobre él y empecé a pegarle con la llave de caño… no estaba en un lugar firme, por lo cual a cada golpe saltaba del lugar, volvía a ponerlo y vuelta a saltar…repetí la operación como cincuenta veces, hasta que por fin logre que quedara al filo de la chapita…
Allí comencé a sacarlo con un tornillo, también golpeando con la llave, luego de un buen rato logro quitarlo…
Ahora debía repetir la operación del otro lado…estuve como hora y media pegándole hasta obtener los dos ejes y las dos chapitas, como quería.
En eso suena el teléfono, era Daniel con novedades…había conseguido un distribuidor en Harvey Bay que estaba dispuesto a enviar la cadena al otro día…esperaba la llamada de este para confirmar…que luego me llamaba.
Lo puse al tanto de que estaba intentando reparar, que cuando lo hiciera lo llamaba.
Continuo con el trabajo, otro huevo fue montar la cadena…pero después de un buen rato lo hice…ahora solo tenía que remachar los ejes para que la chapita no se saliera…
Busque algo que me sirviera de soporte mientras la golpeaba, hasta que encontré unos caños de un cartel, sumergidos en el pasto…
Coloco uno detrás de la cadena y con la llave empiezo a golpear hasta que logro remacharla…ya estaba pronta…aflojo la cadena, siguiendo el consejo de Willi, “déjala bien floja”…
Eran doce y media, cuando termine…estaba pronto para hacer carretera…y me largo del lugar…
Cada cuarenta kilómetros, paro y examino lo reparado, llamo a Daniel, no logro comunicarme, pero le dejo un mensaje de que no mandara la cadena, que yo mismo iba por ella.
Tenía que recorrer doscientos kilómetros hasta Harvey Bay…llegar a Chi-Chin y seguir otro tanto…le dimos duro…parando cada tanto pero al final, llegamos a Harvey Bay…me detengo, miro el teléfono: dos llamadas perdidas.
Vuelvo a llamar a Daniel…”Te llamaba para que no fueras a Harvey Bay, el distribuidor esta en Maryborough”…
La noche estaba cayendo, el transito era imbancable, pero nos largamos hasta Maryborough, eran treinta y dos kilómetros más…
Llegar en la noche a las ciudades, me mata…pierdo totalmente la orientación…y se me dificulta enormemente encontrar un lugar donde quedarme…por fin muero en un hotelucho del centro…
Ahora esperar a la mañana para hacer el arreglo, en Maryborough Motorcycle…ya estaba en el lugar y el arreglo estaba al alcance de la mano…habíamos venido tironeando hasta allí, pero mañana seria un día mejor.
Después del desayuno y una ducha me comunique con Daniel y me dio todos los detalles sobre donde tenía que llegar y con quien hablar.
Por lo cual me puse en camino de lograr una nueva cadena, buscando el distribuidor de kymco
Cuando llegue la local, hable con Shane, este se ofreció para que un operario la colocase…por lo cual terminamos haciendo el trabajo entre los dos…dejando en condiciones la única cosa que nos dio problemas en el camino.
Luego fui y llene el tanque de combustible…me quedaron solo cinco dólares en el bolsillo…la joda de la cadena me había costado casi 180 dólares…pero tenía lo necesario para llegar a Brisbane, donde mi amigo de Horizont Unlimited, Rod me estaba esperando.
La Dinga volvía a tener un andar redondito, y tenía que andarla refrenado para que no corriera, se salía de la vaina por disparar…cerca de las diez mil vueltas, podía lograr 110 kilómetros por hora…claro que en bajada y con viento a favor…jajajajaja!!
En la tarde estaba llegando a Aspley, en el norte del centro de Brisbane…apenas llego se levanta la cortina del garaje y metemos a la Dinga bajo resguardo, junto a otras cuatro motos.
Luego Rod me muestra mi lugar, una casa entera al lado del garaje, con comunicación en su interior…”Your home” me dice…
Era la casa que tenía para las visitas internacionales, en unas palabras, “terrible rancho” para mí, con todas las comodidades.
Por una escalera se accedía a la casa principal, en la parte de arriba… después de mostrarme todo y comentarme que hace dos semana se había caído de su moto, con luxación del dedo pulgar derecho, hombro y rodilla golpeados, sin grandes daños, pero dolorosos…me deja libre en “mi casa”.
Esa noche tallarines por medio, tratamos de comunicarnos con el traductor del google, con bastante buen suceso.
Por lo que me dijo Leane, la esposa de Rod, el plan para el día siguiente era ir a almorzar a un restaurante chino.
En la mañana me puse a arreglar la moto de la caída, le cambie el tanque y algunas cosillas mas…no pude arreglar más cosas, pues Rod no tenía los repuestos aún, pero por lo menos le di una mano a este amigo del camino, era lo que podía hacer por él en esa instancia.
Al mediodía fuimos al restaurant, almorzamos y regresamos a nuestras tareas…yo a la moto y Rod a unas maquinas extrañas, similares a las que usaban antiguamente en contabilidad.
Esas maquinas eran para escribir en braile, Rod es el único que las arregla y recibe maquinas de toda Australia, de las islas cercanas y hasta de Asia.
Como Rod era retirado del ejército o de la aviación, por un problema de daño colateral (no sé de qué tipo, tampoco quise averiguar mucho), le habían dado la pensión que le alcanzaba para vivir cómodamente, hacia el trabajo de arreglo de esas máquinas gratuitamente. Recibía maquinas de todos lados.
Por otro lado su esposa era maestra en un colegio para ciegos, por lo que estaban conectados en sus tareas diarias.
El día termino con un buen bistec a la plancha y ensalada de colores.
A la mañana siguiente salimos a recorrer el oeste de Brisbane, llegando al monte Nebo y recorrimos el D´Aguilar national park.
Pasamos la mañana entre montañas y bosques, teniendo la oportunidad de ver mi único ornitorrinco.
Cerca del mediodía desembarcamos en el centro de Brisbane en un parque que se había hecho para la feria mundial, después de una recorrida y almuerzo, llegamos a los parques de la universidad, donde nos subimos a un ferri o varios, recorriendo Brisbane por el rio.
Brisbane es una ciudad extendida, llena de parques nacionales, donde no está permitido construir más de dos pisos.
En el centro de la city, es el único lugar que se ven torres.
El paseo en ferri es magnífico, tardamos como tres horas en hacer todo el tour…las vistas son espectaculares…llegamos entrada la noche a la casa y cagados de frio, no habíamos llevado abrigo y en la noche refresca bastante en la costa del rio.
Por suerte Leane nos esperaba con un ensopado caliente, que nos revivió de tan extensa jornada…Habíamos hecho cerca de 160 kilómetros…Rod había terminado con bastante dolor en el dedo luxado, debido a la conducción.
Cansados nos fuimos a dormir…la cama de “mi casa” era enorme y muy mullida, con tres almohadas livianas…era un placer estar allí…pero a pesar de las comodidades, no podía conciliar el sueño profundo.
En la mañana siguiente me puse a colocar un aparato de horno, en la cocina de arriba, después de un par de horas, quedo pronto y salimos en busca de la Sunshine Coast (costa del sol) Llegamos a Noosa en primer lugar, un lugar de maravillas, con una de las mejores playas que he visto en estos lugares.
Rod eligió un lugar para almorzar con vista a la playa, desde allí teníamos la mejor visión de la playa, acompañados con una Carton Draugh, pescado y papas fritas.
Bajamos recorriendo la Sunshine Beach, Marcus Beach, Peregian Beach, Coolum Beach, que tomaba el nombre de la montaña imponente que se erigía hacia el oeste, Mt Coolum…pasando por Marcoola y Mudjimba.
De vuelta regresamos con pescado fresco para que en la noche los deleitara con la cena.
Fueron 260 kilómetros de un día magnifico, de playas espectaculares y lugares fantásticos…nuevamente Rod volvió dolorido de la mano, esta vez lo sintió al manejo más que el día anterior.
Llegamos y me puse a preparar el pescado junto con unos camarones.
La casa de al lado pertenecía a un italiano que cultivaba todo tipo de especias, cruzamos con Leane por un portón interno…mientras ella alumbraba con una linterna, yo cortaba salvia, albahaca y  tomillo.
Esa noche hice seis preparaciones, ceviche de albahaca, ceviche de salvia, pescado saltado estilo chino con salsa de soja, morrones y cebolla,  pescado a la plancha con hierbas y queso de cabra, camarones saltados con chile y hierbas, y aparte salsa de ajo.
Lo regamos todo con un regio tinto de reserva…de la cava que estaba en mi dormitorio.
La pareja quedo encantada con el pescado, tan es así, que en vez de partir al otro día, como pensaba…arreglamos quedar un día más,  para que en la noche siguiente hacer comida mexicana.
En la mañana surgieron dos opciones, recorrer en solitario en tren todo Brisbane o ir con Rod a recorrer el centro antiguo y el sur de la ciudad.
-        A mí me da lo mismo, puedo ir solo a dar una vuelta por el centro o salir en el coche…también quedarme a escribir, tengo mucho trabajo en el blog…
-        Okai…usted me ha dado ganas de hacer cosas…hace mucho que no hacía nada…salgamos en el coche…
-        Okai…very good.
Y salimos a recorrer en principio el centro de la city, Aspley quedaba a unos cuantos kilómetros del centro, un tránsito conflictivo, con calles estrechas, llena de curvas, de subidas y bajadas…
Anduvimos como media hora hasta llegar a la cima de un mirador, donde se podía apreciar la ciudad en su total extensión. La vista del lugar era magnifica, se observaban todos los detalles…los edificios del centro, los parques nacionales y abarcando todo el horizonte el salpicado de casas, bosques, montañas e islas.
Desde allí otra media hora para llegar al centro de la ciudad…donde se combinaban los grandes edificios antiguos con las gigantes torres modernas. El centro seguía la costa del rio Brisbane por lo cual sus calles estaban llenas de curvas, como los meandros del rio. El orden y la pulcritud llaman siempre la atención en las ciudades australianas.
La internacionalidad de sus comidas, sus parques y paseos en inmaculado estado de conservación, donde  se juntan los  múltiples colores, arboles, flores y gente, dan de la city una sensación de orden, donde no vas a encontrar nada fuera de su lugar, lindando siempre cerca de la perfección.
Ahora entiendo porque Australia es caro…el costo de mantenimiento que tiene es enorme, miles de parques gratuitos a lo largo de todo el territorio, la limpieza, los servicios, la salud gratuita, la seguridad…el dinero que gastan en estas cosas es realmente gigantesco…
Después de la recorrida nos dirigimos a Victoria Point, almorzamos pescado y papas fritas en el camino…cuando llegamos esperamos un rato y tomamos un ferry hasta la isla de Coochemudlo.
Cuando saco el boleto y le decimos del país que vengo, el operario del ferri nos contesta en español…
Y le dice no se qué cosa en ingles a Rod…de lo cual solo entendí “Your contry BBQ…gigante!”
Luego del paseo fuimos a abordar el coche, Rod se dirige al lugar del acompañante…
-        Your drive!
-        Ok, no problema!
Y comenzó una nueva aventura.
Yo nunca había conducido un coche con el volante a la derecha y por lo visto, tendría que llevarlo de vuelta a la casa…el dolor que debería sentir en su dedo debería ser importante para pedirme que condujera.
Arranque a los tumbos, pero trate de mantenerme tranquilo…no tenía ni idea de cómo llegar a Aspley…no había estudiado la ruta, por lo cual todo seria improvisar…a mi lado Rod trataba de poner el GPS en español, pero la voz seguía hablando en inglés…hasta que se dio por vencido…
-        No problema…ten minutos, ya le agarro la mano….jajajaja
Era un huevo meter los cambios con la mano izquierda (la mía era de madera)…además el señalero estaba a la derecha, por lo cual metía el limpia parabrisas con la izquierda muchas veces…todo lo arreglaba con una carcajada.
-        No problema! Jajajajajaja!!
-        Es que nunca maneje en esta posición…en mi país el volante esta a la derecha…drive right !!
Rod trataba de darme indicaciones o de pronto gritaba:
-        Lain!...lain!!...lain
-        Straigh!.. Straigh!!
-        Que quieres decir?
-        Solo decime izquierda o derecha!!...righ o self…solo righ o self!!
-        Y con tiempo…no cuando tengo que doblar…
Mientras en el GPS se  sentía una voz de gallega en ingles, ochocientos meters righ…
-        Ok…800 millas y a la izquierda!
El problema era que no eran ochocientas millas, eran ochocientos metros…meters sonaba similar a millas…jajajajaja
Rod peleaba con el traductor del teléfono…de pronto una voz de mujer que sale del teléfono:
-        Usted no quiere reconocer que está demasiado viejo para esto!!!
-        Jajajajajaja…no tanto
Y ya me mandaba alguna maniobra jodida, quedando atascado detrás de un camión…
-        No problema…jajajajaja
-        No problema, porque usted no va a pagar la multa – dice la voz en español…
-        Jajajajajajaja!!!...no problema…
Después de un rato, pudimos dejar las pautas claras…derecha era righ…izquierda era left…y derecho era straigh…eso era lo único que debía decir Rod…mientras ponía el limpiaparabrisas para doblar a la derecha…
Después entendí sus gritos de
-        Lined !! lined!! Lined!!
Quería que me mantuviera dentro de las líneas del carril, el tema es que ellos usan muchas pequeñas rotonditas, y al hacer el giro me pasaba para el otro carril…esto lo enloquecía!
-        Usted no está conduciendo en Sudamérica!!
-        Jajajajaja….caos…Sudamérica is caos!!...jajajajajaja
Cuando se bajo del coche, suspiro aliviado de haber llegado vivo!
-        Mi name is adventeur – le digo mientras suelto una carcajada…
Esa noche para festejar el día, les hice tacos y guacamole, regados con un Malbec argentino que encontré en el supermercado…
La cena sirvió como despedida, en la mañana continuaría hacia la costa de oro, buscando hermosas playas y buena pesca.
Habíamos tenido un gran día, divertido y con buena aventura…me fui a dormir contento…además del vino!
Me levante temprano y luego del desayuno me puse a limpiar “mi casa”, de manera de dejarla en las mismas condiciones en que me la habían dado.
Cuando termine, me dedique a cargar la Dinga para que estuviera pronta para la partida.
Leane fue la primera en bajar, pues se iba a su escuela…nos despedimos en un abraso apretado.
Luego bajo Rod, estuvimos un rato definiendo la ruta de salida de la ciudad, para llegar a la M1 que me llevaría a la costa de oro.
Con un “hasta luego” me aleje de esta gente magnifica…habíamos logrado una buena comunión entre nosotros…me habían enseñado lo suficiente de Brisbane y de sus vidas.
Ellos también quedaron satisfechos, me habían elegido entre muchos viajeros y no los había defraudado…es que siempre traía nuevas energías y a pesar de ser caótico para su orden, mi energía y ganas de conocer, aprender, de hacer cosas, se les pegaba un poco, dando un soplo fresco a sus vidas.
La meta de ese día era llegar a Southport y desde allí pasear por todas las playas de la costa de oro. Eran solo ciento cinco kilómetros…un rato y mucho disfrute.
Tenía casi que catorce días para recorrer ochocientos kilómetros hasta Sydney…por lo cual me lo tendría que tomar con calma, con mucha calma…la meta era llegar unos días antes de embarcar al Uruguay, tratando de no joder mucho a mi amigo Daniel, el tenia sus tareas que ya eran bastantes.
Llegue a Southport temprano, desde allí se fueron sucediendo las playas…Machintosh Island, Surfers Paradise, Broad Beach, Mermai Beach, Miami Beach, Palm Beach, Corrumbin, Tugun, Bilinga, hasta llegar a Coolangatta, donde empecé a buscar donde alojarme.
En Coolangatta había un encuentro de autos clásicos, por lo cual vi algunas maquinas únicas…como las preparan aquí está de más.
Aquí los coches clásicos no roncan…Truenan!
Pase todo el resto del día en esta especie de Rambla, disfrutando de las imágenes que brindaban las playas.
Cerca de las cinco sigo adelante, cruzo la montaña y me interno en un caravan park en Tweed Heads.
Armo el campamento, preparo mi café…luego tomo la caña, los utencillos y salgo de pesca…Solo tenía que andar cincuenta metros y estaba sobre un muelle con bastante pesca…el tema que solo había pequeños peces, y la regla que me habían impuesto era que todo lo que no superara los treinta centímetros, debía de dejarlo libre…pero igualmente me divertía mucho.
Cerca de las doce de la noche, volví al campamento con la sorpresa de que había otra moto acampando cerca de mí.
En la mañana mientras preparaba el desayuno y revisaba la computadora, un joven se paseaba hablando por teléfono…suponía que era el dueño de la Susuky V Strong que estaba al costado mío.
Después del desayuno se arrimo a la mesa y comenzó a preparar su desayuno, empezamos a dialogar…se llamaba Matías y era su segundo día de viaje… de su primer viaje. Yo sonreía mirando sus cosas, todas modernas y nuevecitas, sin uso. Estaba preparado como un gran viajero…solo esperaba que disfrutara de ello. Trate de enseñarle que no viajara Fast (rápido)…que siempre intentara interactuar con la carretera, eso le daría muchos mejores momentos y descubriría más cosas que a veces se ocultan a la velocidad.
Trataba de llegar a Cairms para luego seguir hasta Melbourne…luego de un rato de charla y consejos nos despedimos y salía disfrutar de la mañana, pero caminado.
El lugar estaba bueno, tanto me gusto, que ameritaba para quedarme otra noche…algunos coches de los clásicos habían dormido en el mismo park, por lo cual la mañana estaba llena de los estruendos que metían estas máquinas.
Salí a desandar el camino que había hecho con la moto, subiendo la colina que me separaba de Coolangatta, después de cruzar el puente una empinada colina me esperaba.
Me costó un buen esfuerzo llegar al otro lado, pero después de alcanzar la playa, me confundí entre los surfistas y turistas, como uno más…Camine por las playas hasta el mediodía, hasta que decidí entrar en un local en busca de pescado y papas fritas (lo clásico).

Luego de almorzar en una mesa de un parque, pegue la vuelta hacia el campamento, donde llegue cansado…arrastrando las patas.
Era tanto el cansancio que decidí tomarme una siesta…dormí hasta que el sol se estaba ocultando…Tome mi clásico café de la noche y me fui de nuevo en busca de la pesca…me senté en el muelle con la esperanza de tener más suerte que la noche anterior, había cambiado de carnada, por lo cual solo restaba esperar alguna Taira.
En estas zonas había más de veinte especies que se podían pescar, todas descriptas en un prolijo cartel…hasta los peces prohibidos…en dos meses nadie vino a controlar lo que pescaba por suerte, tal vez porque fallaron los controles o por que los carteles ya asustaban bastante, como para cometer una infracción.
Nadie es tan estúpido, como para faltar a la ley…pues si te agarran los costos son bastante elevados, es más fácil y barato mantenerse dentro de ella.
Esa noche saque mi primer pescado importante, una taira, que es una especie de dientudo con cuerpo de anchoa de buen porte…
Termine regalándoselo a una pareja que pescaba a un costado mío, estaban locos de la vida.
Me fui a dormir tarde, calculaba en la mañana seguir hacia el sur, buscando  Byron Bay…
Eran como sesenta veces las que había desarmado la carpa o sea que también eran como sesenta en la que la arme…he logrado una práctica en hacer y deshacer la carga, que me deja perplejo…demoro mas en calentar la moto, colocarme los guantes y la campera que en las demás operaciones.
Pero por mas practica que tenga, como me rompe los huevos desarmar y armar la carga!
Me desperté tarde, desayune tarde y salí a la carretera tarde…es que tenía que hacer pocos kilómetros, ya no tenía ninguna premura…
Pase por Kingscliff, Casuarina, Bogangar, Pottsville, por un error había dejado la M1 y viajaba cerca de la costa magnifica…hacía rato que la transitaba y me estaba preocupando, pues si no tenia salida a la M1 de nuevo, tendría que regresar al principio…
-        Le doy quince minutos más y si no… sacamos la compu y nos fijamos donde le erramos - Pensé…
Es que muchísimas veces te encuentras con rotondas, que están bien señalizadas, pero cuando tomas la ruta elegida, a veces falta el cartel que te confirme adónde vas…entonces entras a dudar si lo que estás haciendo está bien…si lo que leíste es correcto o no…las rotondas me enloquecen…y hay muchas!
Después de diez minutos de carretera secundaria y rodar a través de parques nacionales, doy nuevamente en la M1…respiro tranquilo…
 Paso por Yelgun,Ocean Shores y me meto en una carretera que dice algo como “old pacific” y salgo a Brunswich Heads…tránsito entre bahías y aparcaderos de yates…me alejo de la costa y la “old carretera” me deja de nuevo en la M1.
 En Tyagarah relleno combustible y me como un rolls como almuerzo…unos kilómetros más adelante me meto en la Ewingsdale Rd, que según parece me lleva directo a Byron Bay…
Es exacto, desembarco en la grandiosa bahía, con sus playas abiertas, salvajes, ventosas y sus olas gigantes…Paso un buen rato disfrutando de esto…me dirijo al Cape Byron y llego a un lugar de acantilados llamado Wategos y desde allí hasta la casa de luces (lighthouse) o sea el faro del cabo Byron.
Las vistas desde allí son espectaculares, en la cima del risco tengo la playa en toda su extensión, mientras abajo, un mar esmeralda rompe contra el acantilado…La playa que está a mi derecha se pierde entre la bruma que levantan las olas…se aprecian kilómetros de una misma costa, casi salvaje, salpicada por los puntos negros que forman la legión de surfistas que están en el agua…
Sigo por la carretera de costa hasta Lennox Head y desde allí hasta Ballina, dos pueblos hermosos, llenos de recovecos…comienza a nublarse con presagio de lluvia…sigo adelante buscando el primer lugar que aparezca, cosa de armar el campamento antes de que comience la lluvia.
Así llego a Broadwater, un rato después de acomodarme, cae un chaparrón…ya estaba seguro, la carpa bajo el toldo y escribiendo debajo de un alero amplio que me brindaba la oficina…
Llovió toda la noche y parte de la mañana…no tenia gas, por lo cual me había quedado sin desayuno.
Bajo lluvia junto todo y salgo al camino, buscando que parase un poco más al sur…En Woodburn ya no llovía, por lo cual me detengo en un supermercado a conseguir la garrafita de gas.
En un costado una cafetería y una panadería…compro un capuchino y busco en la panadería lo que hay, quería lago dulce, por lo que compro un pies que parecía de crema pastelera… me lleve un chasco, el pies era de pastel de carne y lo amarillo era puré…jajájajá!!!
Pastel de carne y café con leche!...buena combinación, puta madre!
Transite un rato entre granjas y ganado…enormes pastizales entre un terreno lleno de hondonadas…parecía estar en mi tierra!
En Grafton le erro a la carretera, en la rotonda me pierdo y salgo rumbo al centro de la ciudad, un puente de forma de z me esperaba en el camino, dándole un toque único a la ciudad.
Tuve que volver a la rotonda hasta dar con el camino nuevamente. Mi sentido de orientación había fallado, la uno se quebraba a menos de 90º, como si agarrara para atrás del sentido en que venía. Nuevamente me adentraba bajo nubes espesas y presagios de lluvia…
Luego de un rato una lluvia fina me alcanzo…me detuve en un rest área a orinar y fumar un cigarro mientras veía la evolución de la lluvia.
Cuando me detengo, al costado de un auto negro había una mujer acostada en el suelo y un joven la observaba entre risas…
-        Is very good? – pregunto al muchacho
Este asiente con la cabeza y me muestra el índice para arriba como que está todo bien…luego me señala como que ella está con algunas copas de más (borracha en una palabra)…me desentiendo de ellos y me siento bajo el techo a fumar el cigarro…mientras los jóvenes suben al coche negro y se van…
Para un poco la llovizna y continúo el camino durante varios minutos tratando de no alcanzarla…ella se movía como yo, hacia el sur.
Unos kilómetros más adelante me encuentro con un atasco, me detengo a esperar, apago la moto y seguimos detenidos. Pensé que la carretera estaba en reparaciones y hasta que no pasara el grueso de la otra mano, no nos darían orden de continuar…pero pasaron los minutos y nada…un coche policial adelanta por la izquierda de la banquina…”bueno, debe de haber un accidente”
Espero tranquilo, como a la media hora podemos continuar…la cola de coches era de varios kilómetros…al llegar a una curva veo el coche negro con las puertas abiertas y los air bag inflados…una ambulancia y dos patrulleros…se había dado de frente con el comienzo de guard rail en la curva…no sé a qué velocidad, pero el coche adelante estaba destruido, mostrando la gravedad del golpe…
-        Puta madre!.. Fue la expresión que lancé cuando lo adelante en el lugar…
Mi cabeza siguió dando vueltas en la imagen del rest área…los dos jóvenes…
Había sentido el olor…en mi anterior viaje por América había visto la muerte desde muy cerca, varias veces paso a mi lado y sentí su presencia, hasta que me alcanzo en el Yukón…hoy había sentido su olor…cerquita…
La lluvia prosiguió…me estaba mojando en las capas interiores, era hora de hacer un alto, me metí en Mullaway buscando una cabina…en el parque no quedaba lugar, por lo cual retorno a la carretera y vuelvo hacia atrás hasta un motel…me interno a las dos de la tarde, con frio, mojado y con todas las imágenes del accidente dando vuelta en mi cabeza…me doy un baño caliente y me entrego a la cama…me desperté muy entrada la noche, una noche fría y lluviosa….recargué todas las baterías, inclusive la mía, escribí un rato y luego a dormir nuevamente hasta el nuevo día.
Después del desayuno me sentía con ganas de devorar kilómetros…la big banana estaba entre ceja y ceja…vería de llegar hasta Macquaire…
A pesar de que estaba nublado, presentía que la lluvia ese día quedaba de lado, había estudiado la ruta e iba a viajar junto al mar, eso me daba un plus que alegraba mi interior.
Así que empecé por Woolgoonga, Sandy Beach, Esmerald Beach, Moonee Beach, Sapphire Beach, La big Banana, Coffs Harbour(se pronuncia “cofargo”)…todos lugares espectaculares, de playas abiertas, directas al pacifico… muchas de ellas me recordaban la Balconada, pues terminaban en arenas gruesas y playas abruptas.
Me aleje de la costa en Boambee, pero retorne en Sawtell, Uranga, Valla Beach, Nambuca Heads, en Macksvile me volvi a alejar de la costa,pasando por Kempsey, pero retorne en Port Maquaire a ella.
Luego seguí por la costa hasta Lake Cathie, Bonny Hills, en North Haven me metí en Dubogan donde encontré un caravan park llamado Diamond Waters y decidí hacer el campamento alli. Había caminado solo 220 Kmts, gastando todo el día en paradas e imágenes…lleno de imágenes, de playas, de viento, de mares bravos…no estaba cansado, pero parecía un día larguísimo.
El lugar era a orillas del rio, tenía cinco acres para acampar, era el único y elegí lo más cercano al rio, al costado de una mesa…en la otra rivera se levantaba la montaña de bosques magníficos…
El café con leche de esa tarde tuvo un marco espectacular, los pelicanos nadaban mansamente en el rio, estaba ubicado a veinte metros de la costa y a cincuenta de la bajada de lanchas…buen pesquero, pero no me sentía con ganas de hacerlo, estaba fresco y el haber pasado por tantos lados me había cansado…dormí de un tirón hasta ser despertado por un visitante no invitado.
Se trataba de una especie de comadreja…Possum le llamaban…me tuvo a mal traer, la corría y se trepaba al árbol…bajaba, caminaba por encima de la carpa, revisaba las valijas de la moto en busca de comida, saltaba en la mesa, rodaba las botellas plásticas…cansado de correrla, hasta que al fin pude echarle un chorro de agua en la cara y se perdió corriendo en el bosque…ya no volvió…caía un rocío grueso como la lluvia.
El desayuno fue increíble, viendo el amanecer con las montañas al fondo, mientras en el rio se reunían los pelicanos y las gaviotas en torno de un barco que en la noche salió de pesca. Sus ocupantes estaban limpiando el pescado al costado de la bajada que se internaba en el rio…era una mañana de mucho movimiento y gritos de aves…en la montaña una columna de humo se elevaba, marcando la posición de alguna casa…
Junte toda las cosas y cargué la moto…sin saber que aquella había sido la última vez que armaba y desarmaba la carpa en territorio australiano…el lugar era para quedarse un día más, pero Celso me había dado un lugar; Tuncurry y Forster…que allí había un lugar grandioso para pescar…
Salí con la intención de pasar la noche allí, como era bastante cerca de donde estaba, calculaba entrar en todos los lugares.
Venía bien hasta Taree, recorriendo el camino entre montañas, valles y bosques…carreteras onduladas de grandes cuestas y largas bajadas…veo un cartel que dice “old bar” e inconscientemente me tiro a la izquierda…tenía que tanquear por última vez y decidí hacerlo allí y conocer el lugar.
En una gasolinera de Shell lleno el tanque y compro un refresco que tomo en un costado, mientras decido si seguir adelante o retornar para tomar la carretera a Tuncurri…”ya que estoy aquí vamos a conocerlo”…y sigo adelante.
Entrando a la ciudad, al pasar una lombada, un coche pequeño me toca bocina desde atrás, sorprendido…no estaba haciendo nada malo, lo dejo pasar…el coche se adelanta y se empieza a detener delante mío, yo me detengo detrás.
Una señora mayor sale del coche…
-        Uruguayo…vivís aquí ?...donde?
-        No… no vivo aquí…estoy recorriendo Australia…voy a Forster, y entre a conocer…
-        Así…aquí vivimos varios uruguayos…yo vivo aquí a la vuelta…
-        Porque no venís a tomar un café a casa y charlamos…
-        Okei, vamos…
Nos montamos a los vehículos y la sigo hasta su casa, andamos un par de cuadras y doblamos a la izquierda…en una casa con un retiro de césped verde y cuidado, nos metemos en la entrada del garaje y aparco detrás de ella…
El resto es parte de otra historia, las guardo por ser las ultimas, por lo cual esto sigue hasta la próxima, la última entrega en Australia.
Saludos

Ernesto Urrestarasu.