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3 de diciembre de 2018

A veces es difícil entender las legislaciones de inmigración de los países.
Soy un hombre de casi sesenta años y ningún gobierno por los que he pasado me permite trabajar legalmente.
Nadie te da la posibilidad de generar recursos para subsistir, para comer o pagar tu techo, circunstancialmente.
Todos me ven como un enemigo y como dice el gobierno de Indonesia: “usted es un espia”
Pero en realidad es el gobierno de Indonesia que manda policías a espiar mis charlas,  para que informe cuando hablo de libertad, de educación gratuita y de salud.
Cada trabajo que haga, es totalmente fuera de la ley con las consecuencias que eso implica: La mitad del salario legal, vivir escondido, perseguido, con una espada sobre la cabeza, desconfiando de todo y de todos. ( no sabes quién te va a denunciar y en qué momento)
Mis viajes son siempre una agonía, contando monedas y esperando que el dinero se termine para regresar a mi país a generar nuevamente recursos.
Pero también en Uruguay las cosas son difíciles, nadie paga la capacidad de un técnico, ni tampoco les interesa tener a un hombre viejo (demasiado caro) en sus filas.
Las condiciones de costo de vivienda y comida nos hacen estar en uno de los países más caros del mundo.
Por lo cual cada vez que regreso debo arreglarme como sea para obtener los recursos, seguir la vida en condiciones de carretera, (un campamento eterno) viviendo con lo mínimo, tratando de apretar cada peso, que pueda llevarme a donde quiero…
Por suerte muchas veces recibo la ayuda de la gente cuando hago algo para generar recursos extras, como el caso de las rifas.
Gracias a la solidaridad de mucha gente, (amigos de todas partes colaboran) logro llegar a donde quiero. Ellos son los que colaboran y me dan los recursos para cada aventura.
La solidaridad del mundo de las motos en el mundo es real, como lo hicieron los Bikers de Alemania, que en el 2016 en solo 24 horas habían logrado hacer un puente de dinero para que pudiera llegar a Miami desde Indonesia.
Una vez más he tenido que iniciar un nuevo sorteo para generar nuevos recursos y llegar a África y Asia Central, un destino bastante esquivo y lejano.
Nuevamente estoy en manos de los que me conocen, en los que confían en las cosas que hago, para llegar a mis destinos. Nuevamente estoy en manos de gente que sabe que no estoy jugando, que mas tarde o más temprano voy a llegar adonde quiero.
Que saben que cada día presento una nueva batalla, para seguir adelante, sin bajar los brazos, sin abdicar, sin derrotas…
Los años van pesando, cada batalla es más difícil…pero mientras tenga un hálito de vida, les prometo que voy a llegar a las metas propuestas…
Hoy nuevamente está en marcha un nuevo sorteo, ustedes son los que me van a depositar en tierras extrañas y lejanas.
Esta vez anexamos hacer en el viaje dos o tres pozos de agua en África en aldeas que lo necesitan realmente.
La lucha por el bienestar de cada pueblo sigue siendo la lucha de todos por encima de gobiernos y religiones.
                                      Ernesto Urrestarasu.