El viaje de los sueños
Australia:”Todo por la izquierda”
Crónicas de viaje, capítulo IX
La mañana en
María Vale se presentaba con expectativas, mientras desayunaba fuera de la
habitación contemplaba a los canguros pastar en el patio de enfrente…también
observaba a Dinga y pensaba en las soluciones a su rotura…
Achicar la
cadena no podía, por lo cual esperaría la llamada de Daniel a ver si podía
comunicarse con el distribuidor para que enviara otra cadena. De lo contrario
tendría que resolverlo haciendo alguna reparación…
Mientras
afuera comenzaba una lluvia finita…tenía tiempo hasta las diez para salir del
lugar…esperaba que parase el agua…otro día no podía darme el lujo de
alquilarla.
Junte todas
las cosas y entregue la habitación…arrastre la Dinga hasta la calle…
Llame a
Daniel y no respondió, por lo cual me puse a reparar la cadena…
Saco las
pocas herramientas que tengo y saco los pedazos de eslabón que había reparado
el día anterior…después de darle vueltas en la mano, se me ocurrió que con dos
ejes podía hacer algo similar que la unión de cadenas…precisaba dos ejes con su
chapita, y otra más para hacer la unión…
Por lo cual,
bajo la lluvia empiezo a trabajar…puse el saca bujías en la calle, parado, el
eslabón roto sobre él y empecé a pegarle con la llave de caño… no estaba en un
lugar firme, por lo cual a cada golpe saltaba del lugar, volvía a ponerlo y
vuelta a saltar…repetí la operación como cincuenta veces, hasta que por fin
logre que quedara al filo de la chapita…
Allí comencé
a sacarlo con un tornillo, también golpeando con la llave, luego de un buen
rato logro quitarlo…
Ahora debía
repetir la operación del otro lado…estuve como hora y media pegándole hasta
obtener los dos ejes y las dos chapitas, como quería.
En eso suena
el teléfono, era Daniel con novedades…había conseguido un distribuidor en
Harvey Bay que estaba dispuesto a enviar la cadena al otro día…esperaba la
llamada de este para confirmar…que luego me llamaba.
Lo puse al
tanto de que estaba intentando reparar, que cuando lo hiciera lo llamaba.
Continuo con
el trabajo, otro huevo fue montar la cadena…pero después de un buen rato lo
hice…ahora solo tenía que remachar los ejes para que la chapita no se saliera…
Busque algo
que me sirviera de soporte mientras la golpeaba, hasta que encontré unos caños
de un cartel, sumergidos en el pasto…
Coloco uno
detrás de la cadena y con la llave empiezo a golpear hasta que logro
remacharla…ya estaba pronta…aflojo la cadena, siguiendo el consejo de Willi,
“déjala bien floja”…
Eran doce y
media, cuando termine…estaba pronto para hacer carretera…y me largo del lugar…
Cada
cuarenta kilómetros, paro y examino lo reparado, llamo a Daniel, no logro
comunicarme, pero le dejo un mensaje de que no mandara la cadena, que yo mismo
iba por ella.
Tenía que
recorrer doscientos kilómetros hasta Harvey Bay…llegar a Chi-Chin y seguir otro
tanto…le dimos duro…parando cada tanto pero al final, llegamos a Harvey Bay…me
detengo, miro el teléfono: dos llamadas perdidas.
Vuelvo a
llamar a Daniel…”Te llamaba para que no fueras a Harvey Bay, el distribuidor
esta en Maryborough”…
La noche
estaba cayendo, el transito era imbancable, pero nos largamos hasta Maryborough,
eran treinta y dos kilómetros más…
Llegar en la
noche a las ciudades, me mata…pierdo totalmente la orientación…y se me dificulta
enormemente encontrar un lugar donde quedarme…por fin muero en un hotelucho del
centro…
Ahora
esperar a la mañana para hacer el arreglo, en Maryborough Motorcycle…ya estaba
en el lugar y el arreglo estaba al alcance de la mano…habíamos venido tironeando
hasta allí, pero mañana seria un día mejor.
Después del
desayuno y una ducha me comunique con Daniel y me dio todos los detalles sobre
donde tenía que llegar y con quien hablar.
Por lo cual
me puse en camino de lograr una nueva cadena, buscando el distribuidor de kymco
Cuando
llegue la local, hable con Shane, este se ofreció para que un operario la
colocase…por lo cual terminamos haciendo el trabajo entre los dos…dejando en
condiciones la única cosa que nos dio problemas en el camino.
Luego fui y
llene el tanque de combustible…me quedaron solo cinco dólares en el bolsillo…la
joda de la cadena me había costado casi 180 dólares…pero tenía lo necesario
para llegar a Brisbane, donde mi amigo de Horizont Unlimited, Rod me estaba
esperando.
La Dinga
volvía a tener un andar redondito, y tenía que andarla refrenado para que no
corriera, se salía de la vaina por disparar…cerca de las diez mil vueltas,
podía lograr 110 kilómetros por hora…claro que en bajada y con viento a
favor…jajajajaja!!
En la tarde
estaba llegando a Aspley, en el norte del centro de Brisbane…apenas llego se
levanta la cortina del garaje y metemos a la Dinga bajo resguardo, junto a
otras cuatro motos.
Luego Rod me
muestra mi lugar, una casa entera al lado del garaje, con comunicación en su
interior…”Your home” me dice…
Era la casa
que tenía para las visitas internacionales, en unas palabras, “terrible rancho”
para mí, con todas las comodidades.
Por una
escalera se accedía a la casa principal, en la parte de arriba… después de
mostrarme todo y comentarme que hace dos semana se había caído de su moto, con
luxación del dedo pulgar derecho, hombro y rodilla golpeados, sin grandes
daños, pero dolorosos…me deja libre en “mi casa”.
Esa noche
tallarines por medio, tratamos de comunicarnos con el traductor del google, con
bastante buen suceso.
Por lo que
me dijo Leane, la esposa de Rod, el plan para el día siguiente era ir a
almorzar a un restaurante chino.
En la mañana
me puse a arreglar la moto de la caída, le cambie el tanque y algunas cosillas
mas…no pude arreglar más cosas, pues Rod no tenía los repuestos aún, pero por
lo menos le di una mano a este amigo del camino, era lo que podía hacer por él
en esa instancia.
Al mediodía
fuimos al restaurant, almorzamos y regresamos a nuestras tareas…yo a la moto y
Rod a unas maquinas extrañas, similares a las que usaban antiguamente en
contabilidad.
Esas
maquinas eran para escribir en braile, Rod es el único que las arregla y recibe
maquinas de toda Australia, de las islas cercanas y hasta de Asia.
Como Rod era
retirado del ejército o de la aviación, por un problema de daño colateral (no
sé de qué tipo, tampoco quise averiguar mucho), le habían dado la pensión que
le alcanzaba para vivir cómodamente, hacia el trabajo de arreglo de esas máquinas
gratuitamente. Recibía maquinas de todos lados.
Por otro
lado su esposa era maestra en un colegio para ciegos, por lo que estaban
conectados en sus tareas diarias.
El día
termino con un buen bistec a la plancha y ensalada de colores.
A la mañana
siguiente salimos a recorrer el oeste de Brisbane, llegando al monte Nebo y
recorrimos el D´Aguilar national park.
Pasamos la
mañana entre montañas y bosques, teniendo la oportunidad de ver mi único
ornitorrinco.
Cerca del
mediodía desembarcamos en el centro de Brisbane en un parque que se había hecho
para la feria mundial, después de una recorrida y almuerzo, llegamos a los
parques de la universidad, donde nos subimos a un ferri o varios, recorriendo
Brisbane por el rio.
Brisbane es
una ciudad extendida, llena de parques nacionales, donde no está permitido
construir más de dos pisos.
En el centro
de la city, es el único lugar que se ven torres.
El paseo en
ferri es magnífico, tardamos como tres horas en hacer todo el tour…las vistas
son espectaculares…llegamos entrada la noche a la casa y cagados de frio, no
habíamos llevado abrigo y en la noche refresca bastante en la costa del rio.
Por suerte
Leane nos esperaba con un ensopado caliente, que nos revivió de tan extensa
jornada…Habíamos hecho cerca de 160 kilómetros…Rod había terminado con bastante
dolor en el dedo luxado, debido a la conducción.
Cansados nos
fuimos a dormir…la cama de “mi casa” era enorme y muy mullida, con tres
almohadas livianas…era un placer estar allí…pero a pesar de las comodidades, no
podía conciliar el sueño profundo.
En la mañana
siguiente me puse a colocar un aparato de horno, en la cocina de arriba, después
de un par de horas, quedo pronto y salimos en busca de la Sunshine Coast (costa
del sol) Llegamos a Noosa en primer lugar, un lugar de maravillas, con una de las
mejores playas que he visto en estos lugares.
Rod eligió
un lugar para almorzar con vista a la playa, desde allí teníamos la mejor
visión de la playa, acompañados con una Carton Draugh, pescado y papas fritas.
Bajamos
recorriendo la Sunshine Beach, Marcus Beach, Peregian Beach, Coolum Beach, que
tomaba el nombre de la montaña imponente que se erigía hacia el oeste, Mt
Coolum…pasando por Marcoola y Mudjimba.
De vuelta
regresamos con pescado fresco para que en la noche los deleitara con la cena.
Fueron 260
kilómetros de un día magnifico, de playas espectaculares y lugares fantásticos…nuevamente
Rod volvió dolorido de la mano, esta vez lo sintió al manejo más que el día
anterior.
Llegamos y
me puse a preparar el pescado junto con unos camarones.
La casa de al
lado pertenecía a un italiano que cultivaba todo tipo de especias, cruzamos con
Leane por un portón interno…mientras ella alumbraba con una linterna, yo
cortaba salvia, albahaca y tomillo.
Esa noche
hice seis preparaciones, ceviche de albahaca, ceviche de salvia, pescado
saltado estilo chino con salsa de soja, morrones y cebolla, pescado a la plancha con hierbas y queso de
cabra, camarones saltados con chile y hierbas, y aparte salsa de ajo.
Lo regamos
todo con un regio tinto de reserva…de la cava que estaba en mi dormitorio.
La pareja
quedo encantada con el pescado, tan es así, que en vez de partir al otro día,
como pensaba…arreglamos quedar un día más, para que en la noche siguiente hacer comida
mexicana.
En la mañana
surgieron dos opciones, recorrer en solitario en tren todo Brisbane o ir con
Rod a recorrer el centro antiguo y el sur de la ciudad.
-
A
mí me da lo mismo, puedo ir solo a dar una vuelta por el centro o salir en el
coche…también quedarme a escribir, tengo mucho trabajo en el blog…
-
Okai…usted
me ha dado ganas de hacer cosas…hace mucho que no hacía nada…salgamos en el
coche…
-
Okai…very
good.
Y salimos a
recorrer en principio el centro de la city, Aspley quedaba a unos cuantos
kilómetros del centro, un tránsito conflictivo, con calles estrechas, llena de
curvas, de subidas y bajadas…
Anduvimos
como media hora hasta llegar a la cima de un mirador, donde se podía apreciar
la ciudad en su total extensión. La vista del lugar era magnifica, se
observaban todos los detalles…los edificios del centro, los parques nacionales
y abarcando todo el horizonte el salpicado de casas, bosques, montañas e islas.
Desde allí
otra media hora para llegar al centro de la ciudad…donde se combinaban los grandes
edificios antiguos con las gigantes torres modernas. El centro seguía la costa
del rio Brisbane por lo cual sus calles estaban llenas de curvas, como los
meandros del rio. El orden y la pulcritud llaman siempre la atención en las
ciudades australianas.
La
internacionalidad de sus comidas, sus parques y paseos en inmaculado estado de
conservación, donde se juntan los múltiples colores, arboles, flores y gente,
dan de la city una sensación de orden, donde no vas a encontrar nada fuera de
su lugar, lindando siempre cerca de la perfección.
Ahora
entiendo porque Australia es caro…el costo de mantenimiento que tiene es
enorme, miles de parques gratuitos a lo largo de todo el territorio, la
limpieza, los servicios, la salud gratuita, la seguridad…el dinero que gastan
en estas cosas es realmente gigantesco…
Después de
la recorrida nos dirigimos a Victoria Point, almorzamos pescado y papas fritas
en el camino…cuando llegamos esperamos un rato y tomamos un ferry hasta la isla
de Coochemudlo.
Cuando saco
el boleto y le decimos del país que vengo, el operario del ferri nos contesta
en español…
Y le dice no
se qué cosa en ingles a Rod…de lo cual solo entendí “Your contry BBQ…gigante!”
Luego del
paseo fuimos a abordar el coche, Rod se dirige al lugar del acompañante…
-
Your
drive!
-
Ok,
no problema!
Y comenzó
una nueva aventura.
Yo nunca
había conducido un coche con el volante a la derecha y por lo visto, tendría
que llevarlo de vuelta a la casa…el dolor que debería sentir en su dedo debería
ser importante para pedirme que condujera.
Arranque a
los tumbos, pero trate de mantenerme tranquilo…no tenía ni idea de cómo llegar
a Aspley…no había estudiado la ruta, por lo cual todo seria improvisar…a mi
lado Rod trataba de poner el GPS en español, pero la voz seguía hablando en
inglés…hasta que se dio por vencido…
-
No
problema…ten minutos, ya le agarro la mano….jajajaja
Era un huevo
meter los cambios con la mano izquierda (la mía era de madera)…además el
señalero estaba a la derecha, por lo cual metía el limpia parabrisas con la
izquierda muchas veces…todo lo arreglaba con una carcajada.
-
No
problema! Jajajajajaja!!
-
Es
que nunca maneje en esta posición…en mi país el volante esta a la derecha…drive
right !!
Rod trataba
de darme indicaciones o de pronto gritaba:
-
Lain!...lain!!...lain
-
Straigh!..
Straigh!!
-
Que
quieres decir?
-
Solo
decime izquierda o derecha!!...righ o self…solo righ o self!!
-
Y
con tiempo…no cuando tengo que doblar…
Mientras en
el GPS se sentía una voz de gallega en
ingles, ochocientos meters righ…
-
Ok…800
millas y a la izquierda!
El problema
era que no eran ochocientas millas, eran ochocientos metros…meters sonaba
similar a millas…jajajajaja
Rod peleaba
con el traductor del teléfono…de pronto una voz de mujer que sale del teléfono:
-
Usted
no quiere reconocer que está demasiado viejo para esto!!!
-
Jajajajajaja…no
tanto
Y ya me
mandaba alguna maniobra jodida, quedando atascado detrás de un camión…
-
No
problema…jajajajaja
-
No
problema, porque usted no va a pagar la multa – dice la voz en español…
-
Jajajajajajaja!!!...no
problema…
Después de
un rato, pudimos dejar las pautas claras…derecha era righ…izquierda era left…y
derecho era straigh…eso era lo único que debía decir Rod…mientras ponía el
limpiaparabrisas para doblar a la derecha…
Después
entendí sus gritos de
-
Lined
!! lined!! Lined!!
Quería que
me mantuviera dentro de las líneas del carril, el tema es que ellos usan muchas
pequeñas rotonditas, y al hacer el giro me pasaba para el otro carril…esto lo
enloquecía!
-
Usted
no está conduciendo en Sudamérica!!
-
Jajajajaja….caos…Sudamérica
is caos!!...jajajajajaja
Cuando se
bajo del coche, suspiro aliviado de haber llegado vivo!
-
Mi
name is adventeur – le digo mientras suelto una carcajada…
Esa noche
para festejar el día, les hice tacos y guacamole, regados con un Malbec
argentino que encontré en el supermercado…
La cena
sirvió como despedida, en la mañana continuaría hacia la costa de oro, buscando
hermosas playas y buena pesca.
Habíamos
tenido un gran día, divertido y con buena aventura…me fui a dormir
contento…además del vino!
Me levante
temprano y luego del desayuno me puse a limpiar “mi casa”, de manera de dejarla
en las mismas condiciones en que me la habían dado.
Cuando
termine, me dedique a cargar la Dinga para que estuviera pronta para la
partida.
Leane fue la
primera en bajar, pues se iba a su escuela…nos despedimos en un abraso
apretado.
Luego bajo
Rod, estuvimos un rato definiendo la ruta de salida de la ciudad, para llegar a
la M1 que me llevaría a la costa de oro.
Con un
“hasta luego” me aleje de esta gente magnifica…habíamos logrado una buena
comunión entre nosotros…me habían enseñado lo suficiente de Brisbane y de sus
vidas.
Ellos
también quedaron satisfechos, me habían elegido entre muchos viajeros y no los
había defraudado…es que siempre traía nuevas energías y a pesar de ser caótico
para su orden, mi energía y ganas de conocer, aprender, de hacer cosas, se les
pegaba un poco, dando un soplo fresco a sus vidas.
La meta de
ese día era llegar a Southport y desde allí pasear por todas las playas de la
costa de oro. Eran solo ciento cinco kilómetros…un rato y mucho disfrute.
Tenía casi
que catorce días para recorrer ochocientos kilómetros hasta Sydney…por lo cual
me lo tendría que tomar con calma, con mucha calma…la meta era llegar unos días
antes de embarcar al Uruguay, tratando de no joder mucho a mi amigo Daniel, el
tenia sus tareas que ya eran bastantes.
Llegue a
Southport temprano, desde allí se fueron sucediendo las playas…Machintosh
Island, Surfers Paradise, Broad Beach, Mermai Beach, Miami Beach, Palm Beach,
Corrumbin, Tugun, Bilinga, hasta llegar a Coolangatta, donde empecé a buscar
donde alojarme.
En Coolangatta
había un encuentro de autos clásicos, por lo cual vi algunas maquinas
únicas…como las preparan aquí está de más.
Aquí los
coches clásicos no roncan…Truenan!
Pase todo el
resto del día en esta especie de Rambla, disfrutando de las imágenes que brindaban
las playas.
Cerca de las
cinco sigo adelante, cruzo la montaña y me interno en un caravan park en Tweed
Heads.
Armo el
campamento, preparo mi café…luego tomo la caña, los utencillos y salgo de
pesca…Solo tenía que andar cincuenta metros y estaba sobre un muelle con
bastante pesca…el tema que solo había pequeños peces, y la regla que me habían
impuesto era que todo lo que no superara los treinta centímetros, debía de
dejarlo libre…pero igualmente me divertía mucho.
Cerca de las
doce de la noche, volví al campamento con la sorpresa de que había otra moto
acampando cerca de mí.
En la mañana
mientras preparaba el desayuno y revisaba la computadora, un joven se paseaba
hablando por teléfono…suponía que era el dueño de la Susuky V Strong que estaba
al costado mío.
Después del
desayuno se arrimo a la mesa y comenzó a preparar su desayuno, empezamos a
dialogar…se llamaba Matías y era su segundo día de viaje… de su primer viaje.
Yo sonreía mirando sus cosas, todas modernas y nuevecitas, sin uso. Estaba
preparado como un gran viajero…solo esperaba que disfrutara de ello. Trate de
enseñarle que no viajara Fast (rápido)…que siempre intentara interactuar con la
carretera, eso le daría muchos mejores momentos y descubriría más cosas que a
veces se ocultan a la velocidad.
Trataba de
llegar a Cairms para luego seguir hasta Melbourne…luego de un rato de charla y
consejos nos despedimos y salía disfrutar de la mañana, pero caminado.
El lugar
estaba bueno, tanto me gusto, que ameritaba para quedarme otra noche…algunos coches
de los clásicos habían dormido en el mismo park, por lo cual la mañana estaba
llena de los estruendos que metían estas máquinas.
Salí a
desandar el camino que había hecho con la moto, subiendo la colina que me
separaba de Coolangatta, después de cruzar el puente una empinada colina me
esperaba.
Me costó un
buen esfuerzo llegar al otro lado, pero después de alcanzar la playa, me
confundí entre los surfistas y turistas, como uno más…Camine por las playas
hasta el mediodía, hasta que decidí entrar en un local en busca de pescado y
papas fritas (lo clásico).
Luego de
almorzar en una mesa de un parque, pegue la vuelta hacia el campamento, donde
llegue cansado…arrastrando las patas.
Era tanto el
cansancio que decidí tomarme una siesta…dormí hasta que el sol se estaba
ocultando…Tome mi clásico café de la noche y me fui de nuevo en busca de la
pesca…me senté en el muelle con la esperanza de tener más suerte que la noche
anterior, había cambiado de carnada, por lo cual solo restaba esperar alguna
Taira.
En estas
zonas había más de veinte especies que se podían pescar, todas descriptas en un
prolijo cartel…hasta los peces prohibidos…en dos meses nadie vino a controlar
lo que pescaba por suerte, tal vez porque fallaron los controles o por que los
carteles ya asustaban bastante, como para cometer una infracción.
Nadie es tan
estúpido, como para faltar a la ley…pues si te agarran los costos son bastante
elevados, es más fácil y barato mantenerse dentro de ella.
Esa noche
saque mi primer pescado importante, una taira, que es una especie de dientudo
con cuerpo de anchoa de buen porte…
Termine
regalándoselo a una pareja que pescaba a un costado mío, estaban locos de la
vida.
Me fui a
dormir tarde, calculaba en la mañana seguir hacia el sur, buscando Byron Bay…
Eran como sesenta
veces las que había desarmado la carpa o sea que también eran como sesenta en
la que la arme…he logrado una práctica en hacer y deshacer la carga, que me
deja perplejo…demoro mas en calentar la moto, colocarme los guantes y la
campera que en las demás operaciones.
Pero por mas
practica que tenga, como me rompe los huevos desarmar y armar la carga!
Me desperté
tarde, desayune tarde y salí a la carretera tarde…es que tenía que hacer pocos
kilómetros, ya no tenía ninguna premura…
Pase por
Kingscliff, Casuarina, Bogangar, Pottsville, por un error había dejado la M1 y
viajaba cerca de la costa magnifica…hacía rato que la transitaba y me estaba
preocupando, pues si no tenia salida a la M1 de nuevo, tendría que regresar al
principio…
-
Le
doy quince minutos más y si no… sacamos la compu y nos fijamos donde le erramos
- Pensé…
Es que
muchísimas veces te encuentras con rotondas, que están bien señalizadas, pero
cuando tomas la ruta elegida, a veces falta el cartel que te confirme adónde
vas…entonces entras a dudar si lo que estás haciendo está bien…si lo que leíste
es correcto o no…las rotondas me enloquecen…y hay muchas!
Después de
diez minutos de carretera secundaria y rodar a través de parques nacionales,
doy nuevamente en la M1…respiro tranquilo…
Paso por Yelgun,Ocean Shores y me meto en una
carretera que dice algo como “old pacific” y salgo a Brunswich Heads…tránsito
entre bahías y aparcaderos de yates…me alejo de la costa y la “old carretera”
me deja de nuevo en la M1.
En Tyagarah relleno combustible y me como un
rolls como almuerzo…unos kilómetros más adelante me meto en la Ewingsdale Rd,
que según parece me lleva directo a Byron Bay…
Es exacto,
desembarco en la grandiosa bahía, con sus playas abiertas, salvajes, ventosas y
sus olas gigantes…Paso un buen rato disfrutando de esto…me dirijo al Cape Byron
y llego a un lugar de acantilados llamado Wategos y desde allí hasta la casa de
luces (lighthouse) o sea el faro del cabo Byron.
Las vistas
desde allí son espectaculares, en la cima del risco tengo la playa en toda su
extensión, mientras abajo, un mar esmeralda rompe contra el acantilado…La playa
que está a mi derecha se pierde entre la bruma que levantan las olas…se
aprecian kilómetros de una misma costa, casi salvaje, salpicada por los puntos
negros que forman la legión de surfistas que están en el agua…
Sigo por la
carretera de costa hasta Lennox Head y desde allí hasta Ballina, dos pueblos
hermosos, llenos de recovecos…comienza a nublarse con presagio de lluvia…sigo
adelante buscando el primer lugar que aparezca, cosa de armar el campamento
antes de que comience la lluvia.
Así llego a
Broadwater, un rato después de acomodarme, cae un chaparrón…ya estaba seguro,
la carpa bajo el toldo y escribiendo debajo de un alero amplio que me brindaba
la oficina…
Llovió toda
la noche y parte de la mañana…no tenia gas, por lo cual me había quedado sin
desayuno.
Bajo lluvia
junto todo y salgo al camino, buscando que parase un poco más al sur…En
Woodburn ya no llovía, por lo cual me detengo en un supermercado a conseguir la
garrafita de gas.
En un
costado una cafetería y una panadería…compro un capuchino y busco en la
panadería lo que hay, quería lago dulce, por lo que compro un pies que parecía
de crema pastelera… me lleve un chasco, el pies era de pastel de carne y lo
amarillo era puré…jajájajá!!!
Pastel de
carne y café con leche!...buena combinación, puta madre!
Transite un
rato entre granjas y ganado…enormes pastizales entre un terreno lleno de
hondonadas…parecía estar en mi tierra!
En Grafton
le erro a la carretera, en la rotonda me pierdo y salgo rumbo al centro de la
ciudad, un puente de forma de z me esperaba en el camino, dándole un toque
único a la ciudad.
Tuve que
volver a la rotonda hasta dar con el camino nuevamente. Mi sentido de
orientación había fallado, la uno se quebraba a menos de 90º, como si agarrara
para atrás del sentido en que venía. Nuevamente me adentraba bajo nubes espesas
y presagios de lluvia…
Luego de un
rato una lluvia fina me alcanzo…me detuve en un rest área a orinar y fumar un
cigarro mientras veía la evolución de la lluvia.
Cuando me
detengo, al costado de un auto negro había una mujer acostada en el suelo y un
joven la observaba entre risas…
-
Is
very good? – pregunto al muchacho
Este asiente
con la cabeza y me muestra el índice para arriba como que está todo bien…luego
me señala como que ella está con algunas copas de más (borracha en una
palabra)…me desentiendo de ellos y me siento bajo el techo a fumar el cigarro…mientras
los jóvenes suben al coche negro y se van…
Para un poco
la llovizna y continúo el camino durante varios minutos tratando de no
alcanzarla…ella se movía como yo, hacia el sur.
Unos
kilómetros más adelante me encuentro con un atasco, me detengo a esperar, apago
la moto y seguimos detenidos. Pensé que la carretera estaba en reparaciones y
hasta que no pasara el grueso de la otra mano, no nos darían orden de
continuar…pero pasaron los minutos y nada…un coche policial adelanta por la
izquierda de la banquina…”bueno, debe de haber un accidente”
Espero
tranquilo, como a la media hora podemos continuar…la cola de coches era de
varios kilómetros…al llegar a una curva veo el coche negro con las puertas
abiertas y los air bag inflados…una ambulancia y dos patrulleros…se había dado
de frente con el comienzo de guard rail en la curva…no sé a qué velocidad, pero
el coche adelante estaba destruido, mostrando la gravedad del golpe…
-
Puta
madre!.. Fue la expresión que lancé cuando lo adelante en el lugar…
Mi cabeza
siguió dando vueltas en la imagen del rest área…los dos jóvenes…
Había
sentido el olor…en mi anterior viaje por América había visto la muerte desde
muy cerca, varias veces paso a mi lado y sentí su presencia, hasta que me
alcanzo en el Yukón…hoy había sentido su olor…cerquita…
La lluvia
prosiguió…me estaba mojando en las capas interiores, era hora de hacer un alto,
me metí en Mullaway buscando una cabina…en el parque no quedaba lugar, por lo
cual retorno a la carretera y vuelvo hacia atrás hasta un motel…me interno a
las dos de la tarde, con frio, mojado y con todas las imágenes del accidente
dando vuelta en mi cabeza…me doy un baño caliente y me entrego a la cama…me
desperté muy entrada la noche, una noche fría y lluviosa….recargué todas las
baterías, inclusive la mía, escribí un rato y luego a dormir nuevamente hasta
el nuevo día.
Después del
desayuno me sentía con ganas de devorar kilómetros…la big banana estaba entre
ceja y ceja…vería de llegar hasta Macquaire…
A pesar de
que estaba nublado, presentía que la lluvia ese día quedaba de lado, había
estudiado la ruta e iba a viajar junto al mar, eso me daba un plus que alegraba
mi interior.
Así que
empecé por Woolgoonga, Sandy Beach, Esmerald Beach, Moonee Beach, Sapphire
Beach, La big Banana, Coffs Harbour(se pronuncia “cofargo”)…todos lugares
espectaculares, de playas abiertas, directas al pacifico… muchas de ellas me
recordaban la Balconada, pues terminaban en arenas gruesas y playas abruptas.
Me aleje de
la costa en Boambee, pero retorne en Sawtell, Uranga, Valla Beach, Nambuca
Heads, en Macksvile me volvi a alejar de la costa,pasando por Kempsey, pero
retorne en Port Maquaire a ella.
Luego seguí
por la costa hasta Lake Cathie, Bonny Hills, en North Haven me metí en Dubogan
donde encontré un caravan park llamado Diamond Waters y decidí hacer el
campamento alli. Había caminado solo 220 Kmts, gastando todo el día en paradas
e imágenes…lleno de imágenes, de playas, de viento, de mares bravos…no estaba
cansado, pero parecía un día larguísimo.
El lugar era
a orillas del rio, tenía cinco acres para acampar, era el único y elegí lo más
cercano al rio, al costado de una mesa…en la otra rivera se levantaba la
montaña de bosques magníficos…
El café con
leche de esa tarde tuvo un marco espectacular, los pelicanos nadaban mansamente
en el rio, estaba ubicado a veinte metros de la costa y a cincuenta de la
bajada de lanchas…buen pesquero, pero no me sentía con ganas de hacerlo, estaba
fresco y el haber pasado por tantos lados me había cansado…dormí de un tirón
hasta ser despertado por un visitante no invitado.
Se trataba
de una especie de comadreja…Possum le llamaban…me tuvo a mal traer, la corría y
se trepaba al árbol…bajaba, caminaba por encima de la carpa, revisaba las
valijas de la moto en busca de comida, saltaba en la mesa, rodaba las botellas
plásticas…cansado de correrla, hasta que al fin pude echarle un chorro de agua
en la cara y se perdió corriendo en el bosque…ya no volvió…caía un rocío grueso
como la lluvia.
El desayuno
fue increíble, viendo el amanecer con las montañas al fondo, mientras en el rio
se reunían los pelicanos y las gaviotas en torno de un barco que en la noche
salió de pesca. Sus ocupantes estaban limpiando el pescado al costado de la
bajada que se internaba en el rio…era una mañana de mucho movimiento y gritos
de aves…en la montaña una columna de humo se elevaba, marcando la posición de
alguna casa…
Junte toda
las cosas y cargué la moto…sin saber que aquella había sido la última vez que
armaba y desarmaba la carpa en territorio australiano…el lugar era para
quedarse un día más, pero Celso me había dado un lugar; Tuncurry y Forster…que
allí había un lugar grandioso para pescar…
Salí con la
intención de pasar la noche allí, como era bastante cerca de donde estaba,
calculaba entrar en todos los lugares.
Venía bien
hasta Taree, recorriendo el camino entre montañas, valles y bosques…carreteras
onduladas de grandes cuestas y largas bajadas…veo un cartel que dice “old bar”
e inconscientemente me tiro a la izquierda…tenía que tanquear por última vez y
decidí hacerlo allí y conocer el lugar.
En una
gasolinera de Shell lleno el tanque y compro un refresco que tomo en un
costado, mientras decido si seguir adelante o retornar para tomar la carretera
a Tuncurri…”ya que estoy aquí vamos a conocerlo”…y sigo adelante.
Entrando a
la ciudad, al pasar una lombada, un coche pequeño me toca bocina desde atrás,
sorprendido…no estaba haciendo nada malo, lo dejo pasar…el coche se adelanta y
se empieza a detener delante mío, yo me detengo detrás.
Una señora
mayor sale del coche…
-
Uruguayo…vivís
aquí ?...donde?
-
No…
no vivo aquí…estoy recorriendo Australia…voy a Forster, y entre a conocer…
-
Así…aquí
vivimos varios uruguayos…yo vivo aquí a la vuelta…
-
Porque
no venís a tomar un café a casa y charlamos…
-
Okei,
vamos…
Nos montamos
a los vehículos y la sigo hasta su casa, andamos un par de cuadras y doblamos a
la izquierda…en una casa con un retiro de césped verde y cuidado, nos metemos
en la entrada del garaje y aparco detrás de ella…
El resto es
parte de otra historia, las guardo por ser las ultimas, por lo cual esto sigue
hasta la próxima, la última entrega en Australia.
Saludos
Ernesto
Urrestarasu.
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