El viaje de los sueños
Australia:”Todo por la izquierda”
Crónicas de viaje, capítulo VII
El día que
pase junto a los Argentinos Bruno y Anaïs y el Belga José no estaba en los
libretos…
Como a las
dos de la tarde me puse a hacer chivitos, el lugar que elegimos era una plancha
que estaba en la piscina (pool). Algo improvisado, pero estaban buenos…me falto
panceta de la buena, sabrosa…la que consiguieron (bacon le dicen aquí) no tenía
mucho gusto…La panceta, en rodajas de tres o cuatro milímetros es el sabor
esencial de todo chivito.
Pero lo
bueno que se consiguió un queso muy sabroso, que salvo el plato.
Era una
pintura ver a toda esta gente, a lo perro, todos chorreteados por el jugo del
chivito, en un lugar tan lejano como Alice Spring…me reí bastante.
Me instale
con la computadora a un costado de la piscina a terminar la anterior reseña, el
ámbito era espectacular…al fondo de la piscina, la montaña.
-
Ya
viste los wallabíes – me pregunta Anaïs…
-
No
los he visto…
-
Aquí
en la tarde se llena, bajan de la montaña…
-
Ajá…
-
Espera
que voy a buscar la comida y vamos a verlos…
-
Ok…
Los
Wallabíes son la especie de canguros más pequeña, en estado salvaje, bajaban
atraídos por el olor de la comida de conejo que estaba permitido darles.
El camping
vende una bolsita de papel con comida, a un dólar…los wallabíes conocían hasta
el ruido de la bolsa…la apretabas y comenzaban a bajar a los saltos desde sus
cuevas en la montaña.
Pase un
largo rato dándoles de comer, son agresivos…por lo cual hay que tener
cuidado…mientras están comiendo solos no pasa nada, pero se acerca otro y se
ponen como locos. Hasta los vi boxear entre ellos.
En la noche,
José tenía una pulpa de cordero, por lo cual como despedida de todos, esa noche
asamos a la plancha ese endiablado cordero. Era un trozo de paleta y llevo
tiempo hacerlo.
Al final,
termine fileteando un poco, pues lo grueso que era no permitía que se cocinara
por dentro. Anaïs coloco unas verduras con las que lo acompañamos.
Yo estaba
loco de la vida…había hablado en español casi un día entero…dos comidas
estupendas, con carne y lo esencial, acompañado de buena gente…
El programa
del día siguiente era llegar a Tennant Creek, como a quinientos kilómetros al
norte…por lo cual debía madrugar.
Madrugar si,
madrugué…antes del amanecer estaba desayunando, me puse a trabajar en le blog,
cuando me llaman de un programa radial en Uruguay si podíamos hacer una
entrevista…lo cual combinamos para tres mañanas más tarde…
Cuando
viajas no sabes en que día vives, estos transcurren sin fecha, sin nombre…la manera
de agendarlo, era para tres mañanas después…eso era lo importante, en tres
mañanas sonaría el teléfono y debía contestar.
Arranco
tarde, como a las ocho de la mañana y todavía una parada en el supermercado a
comprar lo necesario, pues quien sabe donde podría tener otro.
Comprar tres
cosas en un supermercado, me lleva mi buen tiempo, tengo que recorrer todas las
góndolas buscando lo que quiero, lo cual me paso media hora. Me manejo buscando
una imagen…debería aprender los nombres en ingles, para tardar menos.
El camino ya
lo conocía, había dos cosas que ameritaban parar, uno, que a veintinueve
kilómetros de Alice Spring pasaba el trópico de Capricornio…a mi llegada lo
había pasado de noche, por lo cual tendría que hacer una parada para fotografías.
El otro eran las Debils Marbles…unas rocas redondeadas, gigantescas que en la
primera ocasión las vi desde la carretera, pero ahora debería entrar al parque.
Salir tarde,
y con esas paradas significo que en Tennant Creek llegara entrada bastante la noche…fue
difícil encontrar alojamiento…Además en la noche el aborigen generalmente esta
pasado de alcohol…por lo cual tuve dos enfrentamientos con ellos, se te tiran
adelante, en cualquier lugar de la calle buscando la provocación…pero pude
resolverlos sin problemas.
Al fin de
tantas vueltas encuentro un lugar seguro
para la moto y para mí…tres horas de tención por manejar de noche, te hacen
trizas…siempre te encuentras o vacas (para mí ha sido el peligro mayor) o
canguros. Los canguros cuando sienten la moto salen de raje…pero las vacas no
te miran o se paran en medio de la carretera a mirarte, curiosas.
Además el
color del ganado, si no tenés buena luz lo ves cuando esta casi arriba tuyo…el
marrón es más difícil de ver que el ganado gris…cuando es gris vos ves una
forma blanca que sobresale a lo oscuro del resto y tenés más tiempo para tomar
contra medidas, pero cuando es marrón, se confunde con la oscuridad y te sale
de sopetón, quedas jugado a tus reflejos…
Lo bueno es
el efecto que causa el sonido de la moto en los canguros…a un kilometro ya
salen de disparada…he visto que con los camiones o los autos no se mueven…pero
cuando aparece la Kimco salen alto del piso.
Cuando
manejas de noche, escuchas las voces de los amigos…”cuídate de esto, de
aquello, de esto otro”…por lo cual se va generando un estrés importante…y lo
peor es que esas voces, tienen razón en algunos casos.
Cada vez que
manejo un tramo de noche, caigo como podrido, en un sueño profundo por un par
de horas…después, así este en el lugar más seguro, mi sueño es con
interrupciones constantes, siempre en alerta…
Es uno de
los precios que pagas a veces por viajar en aventura, yo me lo tomo con calma,
ya descansare en mi tierra. Aquí a pesar de tener cada dos o tres días
comunicación con Daniel, el está a quince mil quilómetros de distancia…ese
soporte está demasiado lejos, la realidad es que estas más solo que Bin Laden
en el día del amigo. Por eso esa vigilia constante.
La mañana me
tomo con nuevas energías. Mientras disponía la carga me acordaba de la
entrevista que tendría con “Departamento 20” en la mañana siguiente… me da por
revisar la carga de batería del teléfono y estaba por debajo de la mitad…Esa
noche tendría que conseguir un lugar para recargarlo. Además de tener señal.
A
veinticuatros kilómetros de dejar Tennant Creek, tomo el desvío a la derecha
por la A6, que me lleva directo a Townsville en la costa este. Paso Barkly Homestad
y decido seguir hasta Camooweal…mientras entre ellos pasaba las Roadhouse de
varios lugares. Era todo un tramo de desierto, la suerte es que desde Uluro,
las nubes me seguían, por lo cual transitaba sin sol y bastante fresco…A la
Dinga le venía bien, pues hacíamos tramos de setenta kilómetros entre paradas.
Cuando llego
al destino, llevaba como 471 kilómetros hechos…pruebo el teléfono marcando el
numero de Daniel y el pi…pi…pi me confirma la falta de señal…Puta! …Eran las
siete de la tarde, ya entrada la noche…el siguiente pueblo Mont Isa estaba a
190 kilómetros…
Un camionero
me pregunta dónde voy, le digo:
-
Mont
isa…no siñal…- y le muestro el teléfono
-
Si
siñal – me contesta sacando su teléfono…comprueba y me dice:
-
Hooo
no siñal
-
Yes, go to Mont Isa…is necesari…
El camionero se va rezongando y sacudiendo la cabeza…
Yo no tenía que pensarlo dos veces, había dado mi palabra,
por lo cual tendría que jugarme para mantenerla. Antes de salir ceno algo en el
lugar, calculo que en tres horas estaba en Mont Isa.
Me concentro en mi meta y me largo a la ruta…fueron tres
horas y media largas…el susto no me lo dieron ni los canguros que encontré ni
las vacas con que me tope…un maldito gato salió corriendo hacia mi…enfile la
moto en paralelo, cruzando de senda y se perdió en la mano contraria…le
faltaron apenas cincuenta centímetros para no contar el cuento…si sigo derecho
lo parto al medio.
El resto dentro de los peligros controlables, a poca
velocidad y con mucha atención…vacas y canguros fueron quedando en el camino…
La cuestión es que a las diez y media de la noche estaba
entrando en Mont Isa, me detengo pruebo la señal y corto…todo bien.
Me meto en un motel, con energía para mis baterías y tener
todo preparado para las seis de la mañana donde seria la entrevista.
Me desperté a las cinco con el sonar del teléfono, apago la
alarma…me doy una ducha, me afeito para estar prolijo…cuando me siento en la
mesa a desayunar me digo…” y para que quiero estar prolijo, si la entrevista es
radial, nadie me va a ver” jajajajaja!!!...a veces la mente te juega
lindo!!...está bueno…
A las seis y media, puntuales, estaba hablando con la gente
de “Departamento Veinte”…no fue tan sabrosa como esperaba, el tiempo no daba
para extender los temas, como no teníamos nada preparado, tal vez en algunos
casos nos fuimos por las ramas…después cuando la escuche, no me pareció tan
mala…solo que Alejandro me había cambiado el apellido! Jajájajá…
Lo bueno es que ellos no sabían, cuanto me había costado
poder estar para ese momento.
Yo estaba contento, había cumplido y el esfuerzo de la noche
anterior nos había demostrado a piloto y maquina de que madera estábamos hechos…eso
es lo que siempre te da fuerzas para lo que venga…que tienes resto y tu
maquina, por inferior que sea se comporta como en primera línea.
Ahora no tenía nada que me apurara, por lo cual ese día me
divertí viendo a una mujer policía yendo y viniendo durante cincuenta
kilómetros, se hizo un picnic…a cada rato la pasaba y ella estaba haciendo la
boleta a alguien, de nuevo me pasaba y vuelta con otro…
Hasta que como a cincuenta kilómetros me detengo, prendo un
cigarro y pasa de vuelta…frena y da marcha atrás…no se que me pregunta…
-
No
espik inglish – contesto
Sigue
hablando hasta que me hace un gesto con las manos una o y una k…
-
Haaa
jajájajá….yes todo okei…tanquiuu….veri gud!!! - Le digo
-
Yuuu…mucho
work….los estas matando a lo pampa…jajajajaj – agrego.
Ella también
se ríe y sigue adelante…más tarde nos cruzamos por última vez, ya venía
corriendo a otro auto.
-
Si
la policía de Queensland es así, nos vamos a tener que cuidar mucho Dinga!!!
Ojo con pasar los ochenta ehh!!! Jajajajaja
Ese día
hicimos pocos kilómetros, pero disfrutables…era zona ganadera, todos eran
pequeños pueblos similares al lejano oeste…Mucho cosa vieja de la época de los
ingleses y mucho Country…
A pesar de
viajar entre montañas, no pudimos hacer muchas paradas…el transito había
cambiado, mucho más camiones y coches en carretera nos llevaban a estar
concentrados en la carretera y un poco menos en el paisaje.
En el
desierto no se siente tanta presión de los camiones trenes por sus grandes
rectas, pero en zona de montaña si no les das paso, parece que te van a pasar
por arriba…y tienen cincuenta y seis metros de largo, por lo cual hay que andar
cuidando los espacios… para ellos y para vos.
La cuestión
es que siempre logres que se abran hacia la otra senda, de esta manera te
sacuden menos.
De esta
manera pase Cloncurry y Julia Creek, como aquí no había gasolina seguí hasta el
siguiente Richmond, y desde allí a Hughenden…pensé en quedarme esa noche allí,
pero aun quedaba tiempo y luz como para hacer 44 kilómetros mas y llegar a
Prairie…dividiendo las distancias a Townsville.
Llegue al
hotel Prairie y me meto en el bar:
-
Hola cómo estan…No spik inglish ……aim
ten…is posible her…
-
Is posible
-
Hou mach ?
-
Free…you drink her y me señala las
botellas…
-
Okei…tenquiu…y
salgo con una persona que me enseña el lugar.
Me subo a la
moto y recorro el espacio en busca de un lugar bueno…era todo arena, por lo
cual no había mucho para elegir.
Levanto el
campamento me doy un aguaso y me dirijo al pub a consumir una cerveza…cuando
llego ya había otra pareja…por lo cual entablamos dialogo con uno de los
parroquianos…como el dialogo era medio enredado traje la computadora y por
medio del traductor empezamos a dialogar. El google tiene eso, dos
desconocidos, que al final terminamos como amigos…hablando de vacas y de
asados, parrilla y otras yerbas…
Mientras
seguía cayendo gente, con tortas, con comida…niños, mujeres… y se entro a picar
el pub…resulta que era el cumpleaños de Toms el dueño del bar ( era el que
servía) y sus amigos venían a saludarlo. Así que de rebote me vi involucrado en
el cumple…Comí lo que me invitaron y a la tercera cerveza ya estaba pronto para
irme a dormir, me despedí de todos, agradecí las gentilezas y me fui para el
campamento.
Me acuesto y
al ratito nomas empieza a sonar un motor…el campamento quedaba al fondo del
hotel, entre este y mi carpa armaron un inflable donde los gurises se pusieron
a saltar y gritar…
Era tanto el
alboroto que no me podía dormir…aparte en el local empezó a sonar música
Country en un buen nivel de volumen.
Era como
tener la música y a los niños juntos, dentro de la carpa…
No sé cómo
me dormí ni cuando, pero el jolgorio siguió hasta tarde…
Fue una
noche movidita en el hotel y justo me toca a mí, ya me parecía que esto de
free, tenia gato encerrado.
En la mañana
ni miras de la gente, ni llegaron a abrir…me hice al camino sin despedirme, con
algunas fotos del local…
Otro día de
disfrute, el intento era llegar a Townsville…pero sin apuro, tranquilo…la
carretera estaba espesa…transcurría entre montañas azules y bosques espesos…comenzaba
la vegetación tropical.
A cuarenta
kilómetros de Townsville, me detengo en un rest área…el lugar estaba tan bueno,
que me quede allí.
Cerca en
otro campamento, cuatro Harleys brillaban…eran las cuatro de la tarde, temprano
aun…a un costado la vía con gran transito de trenes y del otro un puente que
cruzaba un supuesto rio.
Digo
supuesto, pues el setenta y cinco por ciento de ellos estaban secos…solo
quedaba la arena del fondo, al descubierto.
Después de
armar la tienda, me hago la cena…y me quedo un rato sentado, meditando y
observando. En el campamento de Harlistas, gran jolgorio…al fin me acerco y
comenzamos a dialogar a los tumbos…la computadora estaba sin carga, por lo cual
debería abrirme camino como pudiera.
Me invitan
con una lata de cerveza…la charla transcurre entre preguntas y respuestas y
algunas bromas.
No había
terminado mi lata, cuando ya tenía otra…el grupo estaba formado por Greg y su
esposa Helen, con su pequeño Jack…luego Jenny, Roberts y Rodney…Damián y su
familia, Que eran muchos…eran de Townsville…habían salido a Mínguela a
disfrutar de un lunch barato, por cuatro dólares…
En el
campamento corría todo tipo de beberaje, cerveza, whisky, bourbon y otras
yerbas (literal)…toda reunió bien regada transcurre en un ámbito jovial,
alegre, entre bromas…tratando de entendernos como se diera…estábamos pasando un
buen momento.
Cuando
termine con mi tercera lata, ya estaba pronto para irme a dormir…por lo cual me
despedí y me fui a mi carpa…la joda siguió supongo hasta que se tomaron todo…estuvieron
largo rato de música y charlas…pero al fin todo el mundo se fue a dormir.
En la mañana
nos despedimos y salí raudo en busca de Townsville…cerca de la ciudad las
Harleys y Helen me pasaron como parado…quede mirando cómo se alejaban.
Townsville
era la capital de Queensland, por lo cual el transito en estas ciudades grandes
es complicado, las grandes freeway se abren en cientos de formas…el transito se
transforma, se hace denso y los semáforos te van deteniendo…juntándote cada vez
más con el transito intenso.
Fui dejando
atrás pueblos y ciudades, tratando de avanzar lo más que pudiera a Cap
Tribulation.
Si algo complica más el transito son los arreglos en la road,
muchos de los pueblos estaban con reparaciones…el avance se hacía lento.
Me llevo todo el día dejar a Cairms atrás…apenas paso el
aeropuerto me atrapan las primeras gotas de lluvia. Se juntaban todos los
males, lluvia, tránsito pesado y carreteras rotas…
Lo bueno y disfrutable es que a partir de Townsville
comienzan las montañas y las grandes plantaciones de caña de azúcar, por lo
cual las imágenes eran impresionantes.
Por momentos parecía que transitaba en las cercanías de Cali
o Medellín…en otras parecía estar en Ecuador…solo faltaban los trenes cañeros y
cartón lleno.
Las fincas en las laderas de las montañas, grandes templos
arábigos, le daban el toque de parecer estar en cualquier parte del mundo,
menos en Australia.
El transito te traía siempre a la realidad, carreteras
angostas y donde tu concentración estaba siempre exigida.
Al fin veo un lugar de camping al norte de Cairms y me tiro
de cabeza…estaba empezando a mojarme y eso era lo peor para mi, después me
costaba un huevo secarme.
El camping era casi una jungla, la vegetación tropical era
densa y húmeda. Pero aquí nunca tienes tregua, te detienes en el desierto y te
asaltan las moscas…te detienes en la jungla y te atacan los mosquitos. Siempre,
siempre hay algún bicho que rompe los huevos…siempre algún Warning… cuidado con
los cocodrilos, con las medusas…con los dingos, con esto o con
aquello….bufffffffffffff…
Esa noche conversamos un largo rato con un inglés, era
profesor de ese idioma en Laos…filosofamos sobre Australia y otros pueblos…lo
que quedo claro es que estaba llegando al límite de la Australia
turística…rumbo al norte, en el cape de York se podía ver la convivencia del
aborigen con el blanco sin problemas…
Ojeamos las rutas, era casi imposible tratar de hacerlo con
la Dinga, venia con un ruido raro en la transmisión y cada vez se acentuaba
mas…por lo cual era matarla si la metía en esas rutas de vados, ripios y arenales.
Yo la tenia clara, desde siempre sabia que tan solo podía
llegar a cape Tribulation…seguir mas allá era otro viaje…si me adentraba, tal
vez no saliera nunca más, conocía el encanto de lo salvaje y lo que hacía en
las personas…te terminaba convirtiendo en un animal y ya no tienes retorno…la
vida se convierte en algo simple y salvaje…demasiado encantador para mí.
Ya había visto tanto o más de Australia que cualquier
australiano en toda su vida, eso ya era bastante.
En la mañana, luego de lavar ropa me puse en marcha para
hacer los kilómetros que faltaban a cape Tribulation…ya cuando arranque la ruta
comenzó a cambiar…empezaron los caminos sinuosos junto al mar, entre montañas y
valles por le caña de azúcar…hacer setenta kilómetros me costó todo el día…a
cada momento me detenía con una imagen superior…fue uno de los momentos más
disfrutables del viaje, transitaba entre la selva y la montaña, hasta llegar al
ferri que me dejaba a cuarenta kilómetros del cabo.
Esos cuarenta kilómetros fueron increíbles, entre una densa
selva, húmeda…gigante…hermosa…el cielo era verde, los árboles entretejían una
madeja sobre mi cabeza, que la luz apenas atravesaba…estaba dichoso…transitaba
en soledad, por lugares increíbles…la lluvia se sentía por momentos, pero los
arboles me protegían y esta descendía por sus ramas…todo el bosque chorreaba
agua.
La ruta o la especie de ruta se termino, transite un tramo de
ripio, tenía ganas de seguir, pero me frene…no estaba en condiciones para
afrontar el desafío que seguía…retorne hasta el último lugar habitado y acampe
allí esa noche.
Esa noche charle bastante con un Canadiense (que había estado
en México y hablaba español)
En una charla franca dejamos en claro las ideas de cada uno,
el pensaba que Australia estaba bien, que toda la gente era feliz, y que no
había muchos pueblos en el mundo, que tuvieran la sonrisa de felicidad de los
australianos.
Que había encontrado un trabajo allí, un buen trabajo en su
concepto…que estaba con su pareja y pagaba treinta y cinco dólares por semana
en la acomodación, que para él estaba bien.
Que iba a hacer mucho dinero en aquel lugar, ya que junto a
su pareja ambos trabajaban…podría comprar una casa y un carro.
Cuando le pregunto cuánto hace que vivía allí, me contesta:
-
Dos
días
-
Dos
días?
-
Si
hace dos días que tengo el trabajo, muy bueno…ayudo a los turistas en los
arboles a hacer tirolesa…les enseño a atarse y quedar seguros…
-
Jajajajajaja
!!….dos días y ya tienes toda esa expectativa?
-
Ojala
que la suerte te acompañe en tus proyectos…pero ya deja de fumar esa yerba!!
Jajajajaja!!
Había hablado toda la noche, creyendo que aquel canadiense
tenía una buena razón de vida para defender a los australianos en sus
creencias, pero aquel payaso (su profesión era de payaso) apenas había
comenzado a vivir como Tarzán colgado de una cuerda, hasta que el dueño de ella
no lo necesitara mas o viniera algún chino, con mas actitudes y más barato!
Esa noche me dormí contento, había alcanzado una meta más en
el trip…tal vez la meta en la cual tenía más expectativas, por eso la había
dejado al final, como postre. Sabía que todo lo malo que hubiera pasado antes
en este lugar se igualaría, y no me decepciono.
Ahora empezaba a tomar el camino hacia el sur, en busca de
Sidney…tal vez el más pesado, por la cantidad de ciudades y trafico…pero eso
era harina de otro costal.
En la mañana había
puesto la dirección rumbo a Cairms, había combinado con Carlos, un español de
Madrid y miembro del HUBB de encontrarnos en esa ciudad, el iba a hacer parte
del camino hacia Alice Spring y podríamos intercambiar datos.
Por lo cual me tome todo el día en hacer esos cien kilómetros
y poco, parando en los lugares que había
tomado como referencia, conociendo los pueblos y lugares hermosos hasta la gran
ciudad.
El camping donde estaba Carlos era cerca del aeropuerto, me
costó bastante encontrarlo con mi GPS de tracción sanguínea, pero di con el…cuando
terminaba la registración llegaron Bruno y Anaïs en su Van…eso prometía una
gran noche, de charlas hispanos hablantes.
Carlos por su parte se encontró con dos Españolas amigas al
llegar esa tarde al camping, por lo cual la reunión nucleó bastante gente.
Esa noche un australiano que acompañaba a la gallega del
grupo, quedo relegado…el 99. 999 por ciento de las charlas fueron en español!
Carajo!!
Carlos tenía una cultura bastante más superior, hacía seis
meses que estaba en Australia, trabajo en Sidney y su trabajo era bastante
itinerante…se dedicaba a los efectos especiales en películas.
El haber trabajado le daba un margen de dinero, como para
encarar el viaje de una manera cómoda…igual aquí siempre tienes la duda de que
el dinero en algún momento va a faltar, se va como el agua.
Durante el rato de charlas, donde cada uno pone a los demás
en conocimiento del viaje que están realizando y bromas Carlos fue en busca de
un mapa que había comprado…el mapa era de un tamaño importante y cuando lo
desplego, recién me di cuenta de la magnitud de lo que había realizado hasta
ahora…me asombro ver un mapa, todo lo recorrido y su magnitud.
Verlo a diario en fragmentos de mapas, no te impresionaba,
pero en la totalidad del mapa, era enorme el camino recorrido, cuántas cosas y
cuántos lugares…
Era bueno poder hablar de viajes, de trayectos y de planes
futuros…Carlos ya había estado en África, en Europa…mas su visión de esta
Australia, me dejaban por demás contento…
Hoy me encuentro en el Holidays Parq en Cairms, desde donde termino
este dialogo con ustedes.
Espero que esto sirva para sembrar el bichito viajero en
vuestra sangre, la vida es una sola…y hay que vivirla…
Saludos.
Ernesto Urrestarasu